“Los recursos estilísticos”, Ángel Romera

Los recursos estilísticos. Introducción

Es un recurso estilístico cualquier modificación que realiza el emisor de un mensaje de uso común a los constituyentes lingüísticos de tal mensaje para incrementar su expresividad de forma que tal texto, transformado en literario, impresione la imaginación o la memoria del lector o receptor del mismo; la literatura viene a constituir así una especie de “tratamiento de belleza” que recibe el significado y el significante del signo literario para asegurar su perduración en el tiempo y en la psicología humana, de forma que pueda recordarse con facilidad su forma o su efecto, bien por su abundancia de repeticiones o ritmos, bien por su abundancia en asombro o extrañeza. Estos dos últimos elementos, la repetición y la alienación, son los dos elementos que en proporción variable se presentan en todo lenguaje literario y constituyen las referencias fundamentales a que puede reducirse todo recurso estilístico: recurrencia y/o diferencia. Mediante operaciones de adición de elementos verbales (adiectio), supresión (detractio), transposición (transmutatio) y sustitución (inmutatio) en la lengua de uso común se crea el lenguaje ‘estilizado’ o literario.

236764292_2070659980 Este tratamiento estético, esta función que Jakobson ha denominado poética del lenguaje literario y que llama la atención sobre la forma misma del mensaje de forma que cause placer y estructure fuertemente el interior de una cláusula literaria para hacerla durar en el tiempo protegida por su belleza, a pesar de su falta esencial de utilidad pragmática en el momento de elocución, constituye lo que llamamos literatura. Sin embargo, de la misma manera que una receta de cocina no constituye arte, pero sí lo es un plato cocinado según dicha fórmula, porque la receta no causa placer estético, la literatura no es en sí misma un conjunto de procedimientos estilísticos, sino el efecto humano o la huella sensible que produce en las percepciones, experiencias y vida de un individuo.

La poesía muy rítmica y repetitiva suele ser propia de la inspiración popular: reúne a la gente para que asuma una tradición recurrente, rememorial. La poesía en la que abunda el otro elemento de extrañeza o alienación, por el contrario, resulta mistérica y aísla al poeta de la sociedad, es una tendencia aristocrática y cortesana que puede representar por ejemplo un Góngora o un Quevedo.

Se suelen clasificar los recursos estilísticos en tres grandes grupos: recursos fónicos, semánticos y sintácticos, pero esta denominación, aunque es la que voy a seguir, es problemática en cuanto que muchos de los efectos aquí reproducidos son mixtos y difícilmente pueden clasificarse en un solo lugar. Más atinada me parece, por ejemplo, la clasificación semiótica de Miguel Ángel Garrido:

LICENCIAS

Transgresiones de una norma lingüística que no vuelven el enunciado ininteligible como si fueran contra reglas fundamentales del código.

En cuanto a la relación significante/significado, tenemos licencias poéticas como sinalefa, dialefa, sinéresis y diéresis, y metaplasmos como aféresis, síncopa, apócope (versos de cabo roto, por ejemplo), prótesis, epéntesis y paragoge; también la aliteración, onomatopeya y armonía imitativa, acróstico, anagrama, palíndromo, quiasmo, retruécano, calambur, paronomasia y similicadencia.

En cuanto a la sintaxis: elipsis, braquilogía, zeúgma, dilogía, reticencia, interrupción e hipérbaton.

Por lo que toca a semántica: epíteto, sinquisis o mixtura verborum, equívoco o antanaclasis, sinonimia etábole o expolición, histerología, paradiástole, oxímoron, sinécdoque, metonimia, metáfora, alusión, metalepsis, paradoja y perífrasis.

En cuanto a la relación signo/referente, preterición, permisión, ironía, sarcasmo, asteísmo, hipérbole, lítote, plural de modestia o asociación, dubitación, anacoenosis o comunicación, concesión e interrogación.

INTENSIFICACIONES

Cuando no se transgrede la norma lingüística, pero podemos distinguir elementos del enunciado como especialmente significativos a causa de su insistente reiteración o por cualquier otro motivo, nos hallamos ante el segundo gran grupo de las figuras, las intensificaciones.

En cuanto a relación significante/significado, anáfora, epífora o conversión, complexión, reduplicación (epanalepsis, geminación o epizeuxis), diácope, anadiplosis, concatenación, epanadiplosis, derivación, políptoton.

En cuanto a sintaxis, asíndeton, polisíndeton, sujeción, dialogismo (estilo directo, indirecto, sermocinación o idolopeya), exclamación, apóstrofe.

En cuanto a semántica, expolición, símil, antítesis, anticipación o prolepsis, corrección, gradación (ascendente o descendente), suspensión.

Relación signo/referente: descripción o écfrasis (prosopografía, etopeya, pragmatografía, cronografía, topografía), enumeración, sinatroísmo o congeries, sentencia, epifonema.

Por otra parte, los recursos estilísticos se clasifican también habitualmente por la intencionalidad de los mismos, como recursos de logos, de ethos o de pathos. Los recursos de logos apelan a la razón del hombre (entimema, silogismo, sorites, etiología, razonamiento, antipófora, apofasis, contrario, expeditio, posapódosis, proecthesis); los del ethos apelan a la credibilidad (anamnesis, litotes, paronomasia), y los del pathos a los sentimientos y pasiones comunes, a las respuestas emocionales (apóstrofe, adynaton, aposiopesis, conduplicación, epanortosis, epímone, ominatio o presagio, sinonimia, perclusio, deesis, descripción).

Manual elaborado por Ángel Romera©, doctor en filología hispánica.

Próxima entrega: Recursos estilísticos fónicos

Acerca de Juan Zapato

Desde temprana edad mi incursión por las palabras escritas fue delineando mi perfil intelectual hacia la literatura. Ángela, mi abuela, con su cálida voz y esa facilidad para transmitir oralmente las historias que solían acompañarme por las noches –preparación para el sueño– despertó en mí la pasión por los libros. Luego vino el amor, junto con las primeras palabras que dibujaran versos adolescentes, impulsos quebrados en forzosas rimas, la intención que conlleva la pureza de plasmar sobre una hoja un universo de fantasías reales y de realidades fantásticas, trampas que el inconsciente juega a nuestros sentidos. Trasnochadas de cafés compartidas con poetas, salvadores del mundo, sabihondos y suicidas. Horas sumergidas en librerías buscando los tesoros de la literatura olvidados en algún estante. Cartas que nunca partieron hacia ningún lugar. Conversaciones perdidas con la gente que ya no está”. Ver todas las entradas de Juan Zapato

3 respuesta a «“Los recursos estilísticos”, Ángel Romera»

  • Articulo Indexado en la Blogosfera de Sysmaya

    La pagina de tu Blog se ha actualizado…

    [..]Articulo Indexado Correctamente en la Blogosfera de Sysmaya[..]…

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  • DORA IRMA GERRY GALILEA

    ES DE MUCHA UTILIDAD CONCEPTOS TAN PRECISOS EN EL CAMPO DEL PSA. MUCHAS GRACIAS.ÑEKA GALILEA SCHMITMAN

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  • Maruxa Oñate Español

    Lo voy dejando por donde hay modo de comunicarse con vosotros dos, Dra. en Psicología Clínica y este años me apunto a Lengua y Literatura (que así se llama ahora la Filología Hispánica) con 65 años, llevé casi 20 años dando clases a bachilleres entre otras cosas. Como desde los 12 escribo poesía, la Retórica me fascina, a los chavales les daba y doy minuciosamente lo que pueda gustarles y más. Este años voy a aprender todo lo que pueda. Desde estos lugares, el Manual de Ángel me fascina y lo considero maravillosamente útil y bello para la poesía, para los alumnos y para quien le encantan Los Recursos Estilísticos para embellecer La Comunicación a todos los niveles (eso es la poesía). Muy agradecida a todos los comentarios y si soy ambiciosa, que lo soy, ya me gustaría en el blog poder leer todo lo que se refiere (desde la opinión de Ángel y la tuya) sobre el Pensamiento Metafórico y su desarrollo. Yo a mis alumnos siempre les hacía dos cosas: 1º siguiendo a Vittgenstein, aprender 5 palabras cada día (les compraba unos diccionarios chiquititos y fuera fácil para ellos) y en 2º lugar para desarrollar el pensamiento metafórico empezar con Refranes que los escribían en su lenguaje, siguiendo con máximas y termino con frases célebres que contienen metáforas. Me gusta dar clases y nunca pierdo la oportunidad de al menos un alumno. Me encantaría me comentarais el parecer vuestro. Gracias, y enhorabuena por algo tan útil y bello. Maruxa Oñate Español maruxita@telefonica,net

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