¿Quién dice que se acabó? ¿Quién se otorga el poder del tiempo, del infinito, de la capacidad de soñar? Es ahora o nunca, ya no hay vuelta atrás y jamás la hubo.
Debo elegir: quedarme con los brazos cruzados, bajos, caídos… viendo la película de lo que mi vida podía haber sido o levantar un pie tras otro y convertirme en protagonista de lo que sea que es esto que llamamos existencia, vida.
Caerme y levantarme, darme de bofetadas con la contrariedad y salir reforzada, asustarme y morirme temporalmente de miedo, para surgir como un titán enardecido, atrincherarme y sacar la cabeza aunque las balas silben en mis oídos y rocen hiriendo mi cráneo…
Llorar porque he aprendido a hacerlo sin penar… reír porque es una expresión de la soledad doliente de instantes eternos…
Vivir la ebriedad de la emoción y estrellarme con ella y en ella, no evitarla por miedo a la resaca de la decepción, que llegará, pero por haber vivido, no por evitar las sensaciones… sentir… sentir… siempre sentir, aunque duela y ahogue mi respiración…
Ver en mis manos la capacidad de apremiar al corazón para que vehementemente me obligue a estrujar cada segundo y que no se me escape nada, nada que pueda hacerme feliz.
Hacerme las preguntas correctas ¿Por qué no? ¿Por qué a mí no? ¿Por qué no ahora? Ir a por lo que sospeche mínimamente que me pueda hacer feliz… Perder la vergüenza, sí, perderla aunque sé que nunca la he encontrado… y mostrarme como soy sin miedo, sin ambages; que quién me lea me conozca y viva conmigo, si quiere, este jeroglífico sin brújula, esta cartografía inexplicada e incompleta que es la vida, ir directa hacia lo que quiero, porque ya se ocupa el mundo de dar vueltas… dejar entrar en mis sueños si me dejan entrar en los suyos, eliminar las sombras que no dejan ver la claridad de lo hermoso, concederme todas las posibilidades de ser porque nada es inalterable.
Dejar que yo y todo lo que contengo, esté en un continuo proceso de cambio; la mayor parte de esos cambios son minúsculos y escapan a mi percepción, pero son reales y a lo largo de un periodo de tiempo lo suficientemente largo su efecto combinado hace que todo lo que me parecía imposible se convierta en probable y más adelante en real.
Ser sentido común caótico y desorganizado… siguiendo los dictados de mi teoría favorita… excéntrica, porque en el centro no está la virtud, está el aburrimiento y el letargo; centrífuga, tangente… saliendo constantemente de la órbita de lo normal ¿qué es lo normal? ¿Lo defines tú o yo? Creo que yo.
Dar rienda suelta a la felicidad o a la amargura a la pasión, por lo que sea, en cada momento; no engañarme primero a mí y así no engañar a nadie, mostrar la certeza de lo incierto… aprender a rechazar la compasión y aceptar la generosidad y el consuelo…
Sacudir la ortodoxia con la imaginación que contenga en sí misma errores aplicables, quiero errores fructíferos llenos de semillas de mis propias correcciones y que quién sea se quede con una verdad aséptica y estéril… quiero ser torpe para situarme en el km 0 de múltiples aprendizajes…
¿Quién dijo que no se puede? NADIE, yo lo dije una vez y me arrepiento.
Carmen Fabre© http://eseotrotiempo.blogspot.com
Asociación de Cáncer de Mama de la Comunidad de Madrid: http://www.ascamma.org/
27/10/11 at 5:53 am
Felicidades Carmen!!! Desde mi propio caos, leerte siempre es un punto de cordura y reflexión, gracias por escribir tus emociones y compartirlas generosamente con todos.
Seguimos…
Me gustaMe gusta
27/10/11 at 7:28 am
Un hurra por la ‘polenta’ que rezuma el texto, por la alegría de vivir, por la autenticidad y por el coraje, Carmen.
Y un beso para tí
Me gustaMe gusta
27/10/11 at 3:14 pm
Esto es toda una declaración en regla, no solo de intenciones, sino de postura ante la vida, de actitud. Conoces mi aprecio por ti, literaria y humanamente. Que buena, lúcida y necesaria entrada. Este texto nos hace ver que siempre hay un mejor modo de mirar las cosas. Y de enfrentarnos, confrontarnos con ellas. Lugar de honor en La Torre de Babel. Gracias por escribir así.
Me gustaMe gusta
27/10/11 at 6:16 pm
Querida Carmen, has escrito un impresionante relato que traspasa cualquier emoción por profunda que sea. En él demuestras tu valentía, tus ganas de vivir en plenitud, alejándote, como bien dices, de “esa mitad” donde algunos dicen que está la virtud. Yo también vivo los extremos y huyo del aburrimiento cotidiano. Si hay que llorar, se llora, pero con ganas y sin consuelo. Y si el motivo es de alegría, o al menos intenta parecerlo, me río como una niña feliz que tiene toda una vida por delante. Al igual que tú, abro mi corazón para quien quiera entrar en él y “exijo” una reciprocidad emocional.
Hace muchos años que nos conocemos. Sin embargo, hasta hace escasos meses no había tenído la oportunidad de hacerlo desde los vínculos emocionales que nos unen, como la pasión por la escritura y ese manojo de sentimientos que afloran hacia el exterior en cada una de nosotras.
Un abrazo de los grandes.
Mila
Me gustaMe gusta
28/10/11 at 3:41 am
Amiga: Permíteme decirte, hermoso cuando el espíritu habla, se convierte en poesía del alma. Al entrar en este proceso y laberinto de emociones, es nuestra actitud quien permite toda sensibilidad.
Son nuestras vivencias quienes nos condicionan a sentir y observar todo lo que esta en nuestro rededor, somos analíticos de lo positivo y negativo que marca nuestra vida, el sendero es incierto pero, a paso seguro llegaremos a nuestros objetivos, conocernos interiormente, explorar las fortalezas o debilidades del hombre y que sea el amor y la tolerancia la que predomine nuestra actitud.
Felicitaciones por tu escrito.
Marta
Me gustaMe gusta
29/10/11 at 7:39 pm
Bravo, Carmen, bravo!
Me gustaMe gusta
29/10/11 at 9:06 pm
Qué decir que no haya dicho ya. Que me parece uno de los mejores textos que he leído, que me gusta tu brújula y tu forma de ser…
Juan y Carmen, dos buenos ejemplos a seguir, me siento afortunada de conoceros.
Besos y un fuerte abrazo a los dos.
Me gustaMe gusta
31/10/11 at 1:19 pm
Grande Carmen, grande siempre. (Y nuestro Juan, pues eso, nuestro es)
Me gustaMe gusta
1/11/11 at 6:33 pm
Os quiero dar las gracias a todos por vuestros comentarios, no sé otra manera de hacerlo más que ésta.. un abrazo enorme y fuerza y salud¡¡¡ además de aceptación ,que no resignación, ante lo que la vida trae…tenemos recursos suficientes en nuestro acervo personal para afrontar lo que sea, os lo aseguro.
Juan, un recuerdo especial , muy especial para ti, amigo.. más gracias por tu espacio y tu generosidad al permitirme compartirlo.
Me gustaMe gusta