Dormir,
relajarse, entregarse, abandonarse
y dejar que así nos vean.Dormir
es muy íntimo, muy de uno
porque no se comparte.Porque nos ven y no vemos
porque nos ven como somos
no como nos mostramos.Las facciones se suavizan,
el cuerpo abstracto, sin rigidez
suave como el sueño de un niño.El yo que se muestra
es el yo que ocultamos
mientras dormimos.Ver a alguien durmiendo
es como verlo desnudo
de ropas y mentiras.Por eso no suelo
mirarte así, durmiendo
porque me da miedo usurparte.
Sin que puedas negarte
o defenderte
que así te vea.En la desnudez de tus sueños
que no me pertenecen
que no te pertenecen, que no elegís.Y elijo no mirarte así, dormido
con los labios entreabiertos
y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo.Pero sí te miro
y tu cuerpo dormido
absorbe mis caricias y mi dar.
Iael Pribluda Vered© de su libro “Hitos, huella” ISBN: 987-02-1244-1
Secretaria de la Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana, sus escritos han sido publicados en las revistas literarias israelíes “Rodes” y “EntreLíneas”, dirige desde el 2005 un taller de escritura en español en la Biblioteca Nacional de Bat Iam.
1/09/12 at 3:16 am
Muy bello y sutil imaginar un cuerpo desnudo y estar dormido…es como soltar al viento un mensaje para ese ser especial que escribe con tanto amor…
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