“El caso Gamonal”, Francisco Javier Obregón Gómez

EL CASO GAMONAL

Cuando enciendo la televisión o leo los periódicos apenas noto diferencia en el tratamiento que se da a los hechos ocurridos en Gamonal (Burgos) o en Madrid. Todos o casi todos lo enfocan de manera muy similar. Recalcan casi de manera unánime lo condenable que es el uso de la violencia, deploran el extremismo que hacen gala los grupos radicales que han intervenido en dichos sucesos y hacen votos por encontrar cauces de diálogo y consenso en la solución del próblema . Mi deformación profesional como profesor de historia que he sido me hace retrotraerme a épocas pasadas. En 1935 en la Segunda República y salvando lógicamente las grandes diferencias que hay con la actualidad, gobernaba la derecha en España (Bienio radical-cedista) en un periodo de profunda crisis económica, de grandes desigualdades sociales, de hambre e inflación…. y paro generalizada. Huelgas, manifestaciones y muerte asolaron a España en este trágico periodo. Meses después,  febrero del 36, una coalición de izquierda, El Frente Popular, ganaba las elecciones.

asambleavecinalgamonalHoy este periodo se analiza con el rigor lógico que el tema exige y casi todos los historiadores huyen de los clásicos tópicos, que poco tienen que ver con las exigencias que demanda una aproximación rigurosa que el tema exige y buscan las causas reales, profundas, podríamos decir, que provocaron ese estallido de violencia generalizada (hambre, miseria, desigualdad…) ¿No cabe en la actualidad, con los sucesos de Gamonal , un análisis más serio y riguroso de lo que hoy está pasando como se está haciendo con nuestra historia más reciente? Cuando nos centramos solo en buscar las causas del conflicto en minorías radicalizadas, organizadas o no, o cuando queremos hacer ver en todo ello el resultado exclusivo de la acción de grupúsculos izquierdistas itinerantes, antisistema, se les denomina con frecuencia, o focalizan todo en un solo lugar (Burgos), motivado por un único problema (construcción de un bulevard); o nos recreamos en las imágenes de los contenedores quemados, o en el de las lunas de escaparates rotos, me invade un profundo desasosiego que me turba ¿Qué se busca en esta manera de enfocar y explicar los hechos de manera tan partidista como banal? me pregunto. Y es que no dejo de pensar que deliberadamente cuando los hechos se presentan como se están presentando, lo que se pretende deliberadamente es huir la búsqueda de las raíces del problema para evitar la toma drástica de soluciones que hagan posible caminar hacia una sociedad más justa.

Francisco Javier Obregón Gómez© Esles de Cayón, Cantabria, España.

Acerca de Juan Zapato

Desde temprana edad mi incursión por las palabras escritas fue delineando mi perfil intelectual hacia la literatura. Ángela, mi abuela, con su cálida voz y esa facilidad para transmitir oralmente las historias que solían acompañarme por las noches –preparación para el sueño– despertó en mí la pasión por los libros. Luego vino el amor, junto con las primeras palabras que dibujaran versos adolescentes, impulsos quebrados en forzosas rimas, la intención que conlleva la pureza de plasmar sobre una hoja un universo de fantasías reales y de realidades fantásticas, trampas que el inconsciente juega a nuestros sentidos. Trasnochadas de cafés compartidas con poetas, salvadores del mundo, sabihondos y suicidas. Horas sumergidas en librerías buscando los tesoros de la literatura olvidados en algún estante. Cartas que nunca partieron hacia ningún lugar. Conversaciones perdidas con la gente que ya no está”. Ver todas las entradas de Juan Zapato

5 respuesta a «“El caso Gamonal”, Francisco Javier Obregón Gómez»

  • Rafael

    Lo del bulevar es una algarada estúpida y dañina
    No hay que romper nada sino mostrar la disconformidad pacíficamente.
    En esas condiciones nadie podrá hacer nada que moleste a una parte de la población
    Se quedan sin bulevar, pero aparcan los coches de balde
    Buen cambio
    Y el alcalde debía haber consultado con los afectados antes del follón
    A mí plín

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  • Fernando

    Estamos hartos de que los políticos hagan lo que les da la gana con la excusa de que tienen mayoría absoluta. El político debería estar al servicio de los ciudadanos, de los que le han votado y de los que no, dialogando con los afectados, sobre todo antes de tomar decisiones en las que puede haber sospechas acerca de si pretenden mejorar un barrio o engordar su bolsillo.

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  • marta

    El Sr. Rafael responde al articulo con un «a mi plin». Eso es lo que contestan los políticos, que no asocian política con el bien común, sino con el propio.
    A las demandas populares los fascistas siempre han respondido con un «a mi plin».
    Sr. Rafael ¿a quién daña la protesta ciudadana? ¿Por qué es estúpida?
    Lo que me extraña, es que la gente responda tan pacíficamente a la violencia institucional.

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  • Rosaura

    Mal y plaga la política. Pero mal necesario en cualquier lugar del mundo habitado. Mal, por la plaga que busca el enpoderamiento. ¿Que hacer? si a cambio de un poder despótico se reemplaza por otro no menos aunque de la franja contraria. ¿Que hacemos? ¿Cómo cambiar la mirada y la estructura neural a los nuevos aspirantes del politiqueo?

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  • A propósito de Gamonal | Demasiadas palabras

    […] Gamonal,  Alberto Gil Ibáñez, Pascual Serrano, Faustino Lobato, Clara Serra Cardona,  sikapt, Francisco Javier Obregón Gómez, Celemin, Benjamin Recacha, morganrcu, Vebarte, Carlos Galeón, Miguel Sánchez-Ostiz, Antonio […]

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