Tras haber leído el primer capítulo de “El evangelio según Jesucristo” de José Saramago, invité a los participantes del Taller de Escritores a buscar una imagen y realizar una descripción literaria de la misma, para el próximo encuentro. De los trabajos realizados, he seleccionado el perteneciente a Nelly Tarragano.
Esta palabra procede del vasco y es una composición de “aquer”¨que significa cabrón y “larre” prado.
Esta ilustración fue imaginada por el secretario general de la inquisición española: Juan Antonio Llorente.
El demonio sentado en una silla grande y negra, toma la figura de un ser monstruoso, iracundo y triste. Su cabeza de asno muestra dos grandes cuernos, como de cabrón y otro menor en el medio del cual se deprende una llama iluminadora. Sus ojos grandes y redondos muy abiertos, como centelleantes, la barba y pies de cabra; el cuerpo y talle, mitad de hombre y mitad de macho cabrío. En la espalda le nacen alas de negro plumaje, prominentes uñas que crecen a diario como garras.
Se presencia la iniciación por una bruja de una joven que recostada a los pies del diablo observa la danza demoníaca.
Esta virgen doncella será la nueva mani¹ de su majestad. Se adivina que pertenece a la nobleza, por sus rasgos suaves y distinguidos. No se sabe si está allí por deseo propio o por presión de algún tipo.
A la derecha del demonio se ofrece a un niño para ser cocinado por las brujas encargadas del banquete. Dicha preparación culinaria, en una gran olla, es supervisada por un marqués y su bufón. Estos han traído al infante como ofrenda a Satanás.
Se observa a la derecha y arriba el rapto de pequeños niños. Brujas montadas en sus escobas sobrevuelan el aquelarre. No todas quieren estar bajo el control del Diablo, pero temen sublevarse, algunas de ellas juran vengarse por malos tratos. Y desagradecimiento.
La media Luna alumbra otra escena, la de su majestad en una danzando con sus doncellas. Y después de la danza frenética las posee una a una.
Más abajo otra escena, la de la cena, no se describe.
Nelly Tarragano©
¹ Del persa: joya.
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