No por repetida, repetidas veces la imagen deja de estremecerme. Tan solo ciento veinte segundos detenidos de mi vida en medio de la jornada. Ciento veinte segundos donde es debido aspirar profundamente, inflar el pecho, e intentar comprender parte de la historia de la sinrazón. Ser uno de ellos sin serlo, en el segundo final donde nos abandona la vida.
Ciento veinte segundos donde es imposible abstraerse sin que la piel no se erice, sin que las venas no se manifiesten, ciento veinte segundos donde la mirada intenta contener su alrededor y está todo quieto, interrumpido. La sirena va decayendo en su sonoridad de fondo en todo Israel, en estos segundos prolongados y multiplicados por cada uno de nosotros de recordación por nuestros caídos.
Tan sólo suficientes ciento veinte segundos.
Juan Zapato© https://www.facebook.com/unpoetaenisrael
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“Iom haZicarón”, Juan Zapato
«Zyklon B», Juan Zapato
Me presento, soy Miriam, la muñeca de Yael, les cuento nuestra historia.
Como no conozco el calendario, sólo puedo decirles que era de mañana, muy temprano porque aún se escuchaban los trinos aunque el Sol no asomaba ni asomaría en Lodz.
Unos fuertes gritos provenientes de la calle, hicieron asomarse a la ventana a Beca, la mamá de Yael, las tres estábamos solas ese día ya que Ádan el papá, había marchado a Varsovia días atrás.
Beca, despertó a Yael y la vistió con premura, yo que estaba apoyada sobre los piececitos de mi dueña, salté al levantarse ella. Sin lavarse el rostro bajamos las tres. Las miradas de todos reprimían preguntas, el aire estaba viciado del humo de los escapes de aquellos camiones militares, a los que nos condujeron violentamente. Llegamos a una estación de ferrocarril, sería la primera vez para las tres y la última para dos. Por los cuentos que la bobe2de Yael solía contarle por las noches, los viajes en tren eran muy placenteros, yo no lo veía así, estaban abarrotados esos vagones sin asientos y sin luces, el viaje era interminable, el olor nauseabundo, hasta que por fin llegamos a un lugar de mucho verde que sobresalía por encima de la fuerte niebla. Descendimos pero no descendieron todos, algunos quedaron en los suelos sucios de aquel vagón.
Sobre el andén, nos hicieron formar, sentía miedo y Yael me apretujó sobre su pecho y sus latidos vibraban en mí. Separaron a los hombres de las mujeres, nosotras tres seguíamos juntas, sin saber a dónde debíamos ir.
Atravesamos unas rejas y nos hicieron formar nuevamente, un soldado que llevaba en su gorra la insignia de los piratas, nos separó a las dos de la mano de Beca y nos arrastró hacia donde estaban muchos niños y vimos alejarse a Beca con los ojos borrosos del llanto de mi dueña. Una mujer soldado, con voz dulce nos dijo, no temáis nada iremos a las duchas y luego se reencontraran con sus familias. A todos los niños los hicieron desvestirse y en un descuido me separé de Yael, hacía frío, el lugar olía desagradable. Unos hombres recogieron las ropas y entre ellas me arrojaron en un gran recipiente, no volví a ver a Yael.
Entre muchas pertenencias de aquellos seres humanos aguardo a que venga por mí, intento reconocerla entre esos jóvenes que visitan Treblinka, dije que no entiendo de calendarios pero me la imagino que ya debe ser como de diecisiete años.
Juan Zapato©
Del libro “Juglarías” …un poeta en Israel, ISBN: 978-965-91073-0-8
http://www.latorredebabelediciones.com
1 Pesticida que fuera utilizado como arma química por los nazis en las cámaras de gas de los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
2 Abuela en idish.
«Esperanza», Juan Zapato
Esperanza de descubrir una llave blanca que no quiera darse vuelta.
Un cristal inocente envuelto en una palabra abierta.
Un barrilete fugitivo que un día remontó a un niño.
Esa sortija inmóvil que amanece en un boleto.
Un reloj amnésico parpadeando frente a un espejo.
Un cielo extendido posando su nariz sobre la superficie de las olas.
Esa poesía muda interpretando a dos cuerpos.
Una estrella dibujada destellando a una escalera.
Un ave de arena a la que le crecieron ramas.
Ese sueño de almohada que descansó recordando.
Un sonido de la naturaleza al que nombraron melodía.
Una página rota conteniendo recuerdos de la vida.
Esa nube de ensueño marcando surcos en tus manos.
Los latidos del fuego consumiendo a los ardores.
Mil mariposas que desvelaron al tiempo.
Un planeta utopía que disipó las miserias de los hombres.
Una mirada de frente, hablarnos
En cenizas curarnos y ser luz del Universo.
Juan Zapato©
La Torre de Babel Ediciones, MAZSIHISZ y los Institutos Cervantes de Budapest y Tel Aviv invitan
Judit Klein, nos deleitará con su voz en Budapest en el acto de presentación de «La Torá de Komlós», obra maestra del escritor húngaro István Gábor Bedek
«UNESCO niega la conexión judía a la Explanada del Templo», David Mandel
UNESCO es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Se fundó el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. Su sede principal está en Paris. Hoy tiene cerca de 200 Estados miembros, entre ellos Palestina desde el año 2011.
Su vocación es pacifista y su finalidad es hacer progresar a las naciones del mundo, sin afectar su identidad y diversidad cultural. Bueno, esa es la teoría por lo menos. En la práctica, desde que la UNESCO aceptó a Palestina como Estado miembro, la organización se ha vuelto un campo de batalla que los palestinos utilizan para deslegitimizar a Israel.
Hasta ahora los palestinos han logrado que dos de los lugares más sagrados para los judíos, la Cueva de los Patriarcas en Hebrón, donde están sepultados Abraham, Isaac y Jacob, y la Tumba de Raquel, en el camino entre Jerusalén y Belén, hayan sido declaradas mezquitas. Su siguiente objetivo es negar que haya existido un Templo judío en Jerusalén, y cambiar oficialmente el nombre de la Plaza del Templo al nombre árabe Haram al-Sharif («Noble Santuario»), y el del Muro Occidental del Templo a Muro Buraq, en honor al caballo de Mahoma, que llevó a su jinete por el aire de La Meca a Jerusalén según la tradición musulmana.
Buraq no es el único caballo en la historia, religión o leyenda que tuvo la capacidad de volar. Pegaso, en la mitología griega, era el caballo del dios Zeus, luego utilizado por Belerofonte para matar a la Quimera. «Tulpar», en las leyendas de los mongoles, son caballos alados. La escritora J.K. Rowling en sus libros acerca de Harry Potter menciona al «Thestral», una variedad de caballo alado con un cuerpo esquelético, rostro de reptil y alas que recuerdan a las de un murciélago.
El vuelo de Buraq de La Meca a Jerusalén, (1516 kilómetros de ida y 1516 kilómetros de vuelta en una sola noche) es un milagro, no sólo por el hecho de que un caballo pudiese volar, sino también por ir contra la cronología. Mahoma visitó una mezquita, (Al-Aqsa, «La mas lejana»), 89 años antes de que esta fuera construida.
Revisemos la cronología:
- Año 632. Mahoma murió el 8 de junio de ese año. (Respecto al caballo Buraq no he logrado encontrar información sobre la fecha de su deceso.)
- Año 637. El Califa Umar conquistó Jerusalén en el mes de abril del año 637, cinco años después de la muerte de Mahoma.
- Año 690. La Cúpula de la Roca fue construida, 58 años después de la muerte de Mahoma
- Año 710. La mezquita Al-Aqsa, visitada según la tradición por Mahoma en el año 621, fue terminada de construir recién en el año 710, (78 años después de la muerte de Mahoma).
Los palestinos, en su continua campaña de negar toda conexión judía a la Tierra de Israel, han presentado una moción a la UNESCO para negar toda relación judía a la Explanada del Templo y al Muro Occidental, a pesar de que la historia, la arqueología, la religión, los cronistas de la época, (Josefo Flavio y otros) dan abundante evidencia de que existió un Templo Judío en la Explanada del Templo.
Para estar seguro y confirmar lo que acabo de escribir revisé el Nuevo Testamento. Me di con la sorpresa de que los Evangelios no mencionan ni una sola vez al caballo Buraq. Tampoco nombran el Muro Buraq, que según los musulmanes y desde hoy también según UNESCO, honra la memoria del caballo alado.
En contraste, el Nuevo Testamento menciona el Templo judío 117 veces, (más veces que el Tanaj [llamado «Antiguo Testamento» por el mundo cristiano] donde es mencionado unas 100 veces). Aquí van algunos ejemplos. Mateo 21:23 relata que Jesús predicaba en el Templo. Mateo 21:14 dice que Jesús curaba a ciegos y paralíticos en el Templo, Juan 2:15 cuenta que Jesús cuando era un niño fue encontrado por sus padres en el Templo conversando con los maestros. Lucas 2:46 menciona que Jesús expulsó a los mercaderes y cambistas del Templo. Los Hechos de los Apóstoles atestiguan que Pedro, Pablo y otros apóstoles visitaban frecuentemente el Templo. Si también visitaron la mezquita Al-Aqsa, que, según los musulmanes, está allí desde hace miles de años, los Evangelios, por algún motivo que desconozco, no lo mencionan.
NOTA.- Los párrafos anteriores los escribí antes de la votación de UNESCO. La votación se realizó ayer jueves 13 de octubre del 2016, y el resultado ha sido un triunfo para los palestinos y para los árabes. La UNESCO ha aprobado que, de hoy en adelante, el Muro Occidental (antes llamado Muro de los Lamentos) lleve el nombre del caballo Buraq, y la Explanada del Templo sea llamada únicamente por su nombre musulmán con lo cual niegan cualquier conexión judía con esos lugares sagrados para el judaísmo, e, indirectamente, también niegan la conexión cristiana.
Votos a favor: 24 países
16 países musulmanes o con gran proporción de población musulmana: Argelia, Bangladesh, Chad, Egipto, Irán, Líbano, Marruecos, Mauritania, Omán, Pakistán, Qatar, Sudán, Malasia, Nigeria, Mozambique, Senegal.
6 países cristianos o de gran mayoría cristiana: Brasil, República Dominicana, México, Nicaragua, Sud África, Rusia
2 países de otras religiones: China, Vietnam
Votos en contra: 6 países
Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Lituania, Alemania y Estonia.
Se abstuvieron de votar (i.e. se lavaron las manos): 26 países
2 países con gran proporción de población musulmana: Albania, Costa de Marfil
18 países cristianos o de gran mayoría cristiana: Argentina, Camerún, El Salvador, España, Francia, Ghana, Grecia, Guinea, Haití, Italia, Paraguay, Suecia, Ucrania, Eslovenia, Uganda, Kenia, Saint Kitts, Trinidad.
6 países de otras religiones: India, Japón, Sri Lanka, Nepal, Corea del Sur, Togo.
Mi Enfoque #609, Octubre 14, 2016 por David Mandel©.
INVITACIÓN
Foto de portada JWC, anuncio presentación: La Torre de Babel Ediciones®
«Objetos», Luisa Grajalva
HAY un alma pequeña y silenciosa
en cada objeto de la habitación,
en cada cosa que contiene el mundo.
Un alma leve, un inaudible soplo,
un diminuto vuelo de milímetros.
Su tímido aleteo nos pide mil perdones
por causarnos molestias, pero de alguna forma
necesitan llamar nuestra atención;
han comprobado suficientemente
que el ser humano es casi ciego y sordo,
y sólo le permite al movimiento
hablar de tú a tú con su transcurso.
Con paciencia infinita,
el alma de las cosas nos contempla
y nos tiende la mano
desde los límites de sus perfiles.
Desciende hacia nosotros
—condesciende—,
Nos habla humildemente.
Sabe que es superior, pero procura
que no nos demos cuenta,
que pase inadvertido que son ellas
quien no temen daño ni futuro,
quienes no mienten ni pretenden nunca
mostrar lo que no son. Y, sobre todo,
que les será otorgado, sin esfuerzo, quedarse
cuando el tiempo decida
soltar de él nuestras manos,
aferradas desesperadamente.
Las cosas, los objetos,
las verdaderas forma de la vida.
Luisa Grijalva© del libro “Nada nuevo en la sombra”
“Carta a Julio Cortázar”, Susana Rinaldi
Hay una película francesa cuyo título me da pie a este momento de nuestro espectáculo, ese título dice: “Préparez vos Mouchoirs”, préparez vos mouchoirs es preparen sus pañuelos, preparen sus pañuelos señoras y señores que ha llegado el tiempo de llorar. Y recordando a mis padres en la historia universal del teatro, los griegos, que decían es bueno que de tanto en tanto las sociedades hagan catarsis llorando y llorando, hasta tocar fondo para extraer lo mejor de uno mismo.
Este es el momento de mi espectáculo donde yo preparo mi pañuelo, y preparo mi pañuelo porque voy a hablar de un amigo muy querido con el que ya no puedo conversar, porque se fue a vivir a otra galaxia y supongo que debe andar por ahí escribiendo instrucciones para subir a una estrella. Este amigo mío tiene la costumbre de aparecerse en sueños de golpe y de golpe así como aparece se va, sin darme tiempo a nada, pero siempre, ¿saben?, en cada uno de esos sueños me deja el mismo mensaje: escribíme Susana, escribíme, contáme. Y yo le escribo, le escribo cartas larguísimas como estas que dejo en el viento, porque solo el viento conoce la casa donde sigue viviendo este argentino tan nuestro, que no podía pronunciar las erres, ese maravilloso Julio, ese irrepetible Cortázar.
Querido Julio, como sé que te gustaban mucho esos vendedores ambulantes, divinos macaneadores que te vendían un pelapapas que una vez comprado no pelaba ninguna papa y no servía para nada, esos vendedores ambulantes que hacían muñequitos de papel, que manejaban con hilitos invisibles hasta darles vida, aquellos divinos macaneadores, Julio querido, ya no están, han sido reemplazados por otros vendedores. Sabés lo que venden Julio, ¿a qué no sabes? Venden plantillas pinchudas importadas de la China, según ellos si usás esas plantillas y caminás cien cuadras por día adelgazás, eso no es todo, también venden pajaritos de felpa importados de Japón y una pomada mágica que quita los dolores, todos los dolores, y la pomada tiene una extraña inscripción que asegura que viene directamente del Tibet. Horroroso Julio, te cuento que es horroroso. Los divinos macaneadores que tantas alegrías nos dieron a vos y a todos los argentinos ya no son vendedores ambulantes, siguen vendiendo pero ahora tienen sitio fijo, despacho con alfombras, salen en televisión, salen en las tapas de algunas revistas, y ya no son pobres ahora son ricos y famosos, chau los pelapapas, chau muñequitos de papel, la gente está demasiado apurada.
Te acordás de ese tango que te gustaba tanto, ese tango de Laurens que dice «como cambian las cosas, los años…»; ahora no hace falta que pasen los años, las cosas cambian a tal velocidad que el titular de la tarde desmiente al titular del diario de la noche y el titular del diario de la noche es desmentido por el titular del diario de la mañana. Te explico: Hay un crimen, un crimen horrible, el diario dice “fue encontrada el arma asesina”, por la tarde el diario dice “el arma encontrada no es el arma asesina” al día siguiente el diario dice “son inútiles los esfuerzos para encontrar el arma asesina”, la noticia final es desconsoladora, nunca existió un arma asesina, nunca existió ese crimen, la víctima se suicidó, parece que estaba deprimido.
En cuanto al amor Julio, también figura en los diarios, al lado de las cotizaciones de la bolsa encontrarás estos avisos: “futbolista muy viril te espera en su departamento” y ¿te cuento otro?, “grandota linda de cara te espera solita en casa”. ¿Qué me contás?, y sigo ampliándote la información. El otro día murió un actor, en los últimos tiempos la crítica lo había descuartizado “lamentable actuación de un actor del que se esperaba mucho más, deslucida actuación de un actor, una buena obra teatral y un actor que no merece ese texto”, insisto el otro día murió ese actor, ¿sabés cuál fue el titular de las primeras planas?, ha muerto una gloria de la escena nacional”, vos me dirás “por eso Susana lo que hizo Gardel fue mágico”, sí Julio, fue mágico. Pero tengo la sospecha de que en nuestro país hay que morirse para que te perdonen la vida, porque si estás vivo, molestás, pensás, tenés ideas, sos un testigo, opinás, te indignás, es embromado esto, es triste, es muy injusto. Y al mismo tiempo recuerdo que en Rayuela vos escribiste «es necesario cambiar la vida, sin moverse de la vida», sí, es necesario cambiar la vida, viviendo como en una frontera, como con una bandera levantada aunque el enemigo este cerca, aunque parezca que avanza. De la vida no nos sacará nadie, y nadie nos sacará la ilusión de haber vivido cambiando la vida. Mientras tanto yo sigo escribiendo y esperándote en algún café de París, para llorar un poco, juntos, porque llorar juntos es como sonreír.
Susana Rinaldi©
“Lectura y comprensión de textos”, Fernando Sorrentino
1. Informe de Fernando Fabián Ferretti
Quienes se creen graciosos suelen llamarme Triple Efe; quienes me quieren bien se limitan a la primera sílaba de mi primer nombre y, entonces, me dicen Fer. Estoy cursando quinto año del bachillerato y, según parece, tengo una inteligencia más que regular y soy uno de los mejores alumnos. Me gustan las ciencias, pero más me gustan las letras y me agradaría, cuando domine mejor el idioma, escribir novelas con argumentos complicados, como, por ejemplo, David Copperfield.
Mi papá es el doctor Marcelo Ferretti, abogado de prestigio y con fama de hábil hombre de negocios. Es inteligente, perspicaz, eficaz e impaciente: como él mismo dice, «si hay que hacer algo, se hace en seguida, y a otra cosa». Aborrece el fútbol y, en general, toda actividad que dé lugar a «manifestaciones masivas de la inagotable estupidez humana». Mi mamá aparenta estar siempre de acuerdo con lo que él dice.
Habitamos un enorme piso de una torre de la calle Juramento, cerca de la estación Belgrano R. Creo que se nos puede llamar gente de clase media alta: vivimos con holgura, nos tomamos vacaciones en lugares costosos, y viajamos con cierta frecuencia fuera del país. Yo, con sólo diecisiete años, conozco Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, además del Uruguay (pero, ¿quién no ha estado alguna vez en el Uruguay?). También conozco la mayor parte de los países de Europa occidental. Como soy asiduo lector de Dickens y de Conan Doyle, me hubiera gustado conocer Londres, pero mi papá dice que, si consintiese en que un solo centavo suyo fuera a parar a las garras de la BBA (Bestia Británica Asesina), él, como castigo, se impondría la penitencia de destapar cloacas veinticuatro horas diarias durante el resto de su vida. El respeto a esta cuestión de principios nos ha llevado a conocer lugares tan extravagantes como Islandia o Letonia, eludiendo, a la vez, las islas cuyo mero contacto habría condenado a mi papá al perpetuo trajín cloacal.
Cuando tenía diez años me ocurrió algo que me atrevo a calificar de decisivo. Hasta ese momento, yo tenía la idea de una cierta actividad llamada fútbol que ocurría sobre todo —y quizás exclusivamente— en televisión.
Cierto día de aquella época pasada, recibí, de parte de Diego Martín Viale, una invitación para ver, en el propio estadio, un partido de fútbol. Así, y sin saber bien por qué, me encontré en el asiento trasero de un auto, junto a Diego Martín Viale, que, además de vivir en mi mismo edificio, es mi amigo de toda la vida. El auto era manejado por el padre de Diego y, junto a él, viajaba un amigo de éste, llamado Tito. El auto tomó La Pampa y después la avenida Figueroa Alcorta: todos íbamos al estadio de River Plate, donde el equipo local jugaba contra Racing.
El padre de Diego, Diego y el amigo llamado Tito eran, según siempre lo proclamaban clamorosamente, hinchas de River. Los tres se cubrían con gorritos blancos y rojos que ostentaban el escudo de River y diversas leyendas; además llevaban cornetas y banderines blancos y rojos.
Yo, en cambio —ya que el fútbol no me interesaba—, no llevaba distintivo alguno.
En el estadio nos ubicamos en la tribuna oficial, donde estaban los hinchas de River. Sucedió que —según algo ya parecido a una costumbre— también en esa ocasión River derrotó a Racing.
Todos los de nuestra tribuna festejaron el triunfo de River. Todos, menos yo. Porque a mí, al ver —por primera vez en mi vida— a Racing en el campo de juego, con sus jugadores vestidos con pantalones negros y camiseta a franjas verticales celestes y blancas…, ¿qué me pasó?
Me pasó que, a pesar de que Racing había perdido, ¡me enamoré de la Academia!
Y, entonces, en vez de compartir la alegría y la exultación de los riverplatenses que me rodeaban, sentí deseos de hallarme en la otra tribuna, en la tribuna alta que está de espaldas a la avenida Figueroa Alcorta, de estar en aquella tribuna también repleta, repleta de personas cuyos rostros yo no podía discernir, pero que tenían banderas y bombos y estandartes celestes y blancos.
“Pedro Páramo–Radionovela”, Juan Rulfo-Diego Contreras Calderón
Adaptación radiofónica de la novela de Juan Rulfo, »Pedro Páramo».
Dirección y edición: Diego Contreras Calderón
Música (en orden de aparición):
La llorona – Antonio Bribiesca
Solo tu – Elliot Goldenthal
Chamán – Adrián Bac
Tensión campirana – Uriel Salinas Reséndiz
La esposa virgen – Jorge Avendaño Lührs
Rain prayer – Krys Mach
Obertura El manantial – Jorge Avendaño Lührs
“Rapsodia Judía”, Adolfo (Fito) Chammah
Kol Nidréi, Aníi maamin, Nigún y Shofar, Procesión nocturna, danza, oración.
Distancia y murmullos entre el proscenio y mi espera.
Dos canastos rebosantes de flores y ramas viva adornando el escenario.
Los músicos van entrando, ellos de elegante smoking, ellas de negro soirée.
El violino concertante cual clave de sol andante da ejemplo con su sonido y
/todos ajustan el «la».
El aplauso adelantando al talentoso maestro y opresto la batuta diestra
/que sugiere a los violines.
En un adagio muy lento dar bienvenida a los vientos.
Ébano y níquel, níveas manos, rojos labios, con su largo clarinete una elegante
/solista
va triturando promesas en la antigua melodía del esperado Kol Nidrei.
Fui frelajando ansiedades y con la imaginación alerta las raíces de la sasngre
palpitaron en mis ojos, y un vendaval de recuerdos casi afiebrado despierta.
La figura del abuelo e su sufrido silencio, el taled, las filacterias, el pan
/trenzado, las velas
y un laberinto de ensueños con Chagall y su paleta.
El Purim con su suave rojo, o el violinita verde o el rabino de limón.
Aní maamín «yo creo» pregonan con su color.
Rojo, verde, azul, turquesa y en mi follaje de otoño el amarillo tristeza.
La cadencia del shofar, cuerno de macho cabrío, sonando bronco y terrible
recuerda al pueblo elegido que Adoshem es uno y solo
y la plebe con unción se prosterna arrepentida rogándole su perdón.
En la procesión no, qué ensación tan extraña: la alegría de un jasid todo
/vestido de negro
con su gorra y las polainas y un charco rojo en el pecho de alguna daga pagana
que paraliza su danza.
Las violas y los oboes, los cellos y los violines recitan una oración.
Es dulzura y es torrente, es esperanza escondida, es lejanía, es presente.
Adolfo (Fito) Chammah©
Nació en Tucumán, Argentina. Desde joven se sintió atraído por las expresiones artísticas. Estudió en el Conservatorio Nacional de arte escénico. En Argentina fue miembro del elenco estable del teatro S.H.A., perteneció a la comisión directiva del club C.A.S.A., dirigente de FESELA. (Federación Sefaradí Latinoamericana) y de la D.A.I.A. Publicó artículos en diarios y revistas de la comunidad judía. Creador y director de «Encuentro con la canción Sefaradí (música y poesía). escribe cuentos y poesías e intervino en dos antologías y en numerosas veladas literario-musicales.
En Israel se integró a las peñas «Escritores del Alba» y «Brasego». En la actualidad es miembro activo de la peña «Literarte», es socio de la Asociación Israelí de escritores ene Lengua Castellana.
“Anhelo”, Marga Mangione
Mi alma sin religión y sin fronteras,
pide a Dios por la sangre de los muertos
y le ruega que nadie en las trincheras,
sufra dolor, congojas y tormentos.Le pregunto a Jesús, Alá, Mahoma,
qué castigo han de darle al asesino;
al que mata desde que ele sol asoma,
porque cree que hacerlo es don divino.¿or qué el odio de unos pocos logra tanto,
y el amor de otros siempre es ignorado?
¿Por qué siembran la muerte y el espanto,
a través de un hermano que es soldado?No recibo respuestas a mi angustia
o tal vez no las oigo en mi quebranto…
la confianza se me ha quedado mustia,
y me pierdo en las sombras de mi llanto.Pero aún no he perdido la esperanza,
y la elevo en el aire cual bandera
no concibo la paz con la venganza,
porque la anhelo plena y duradera.Quiero un mundo llenito de alegría,
sin misiles, sin balas, sin metralla;
sin división musulmana o judía,
donde nadie levante una muralla.Un lugar sin desquites ni revancha,
donde jueguen los niños sin problema,
a las escondidas, al fútbol o a la mancha
buscando que el amor sea su emblema.En el erial que hoy destruyó la guerra,
mañana quiero campos bien sembrados,
para saciar el hambre de la tierra
con trigales maduros y dorados.¡Amemos al igual y al diferente
desde el fondo recóndito del alma!
¡Sonriendo sin distingos a la gente,
lograremos la ansiada y dulce calma!¡Rompamos esas sórdidas cadenas,
que nos separan de cualquier alianza!
¡Brindemos el amor a manos llenas,
y reinará en el mundo la bonanza!Mi palabra es humilde y no pretende,
exigir que estos sean mandamientos…
La envío cual antorcha que se enciende,
para alumbrar oscuros sentimientos.Déjala que se mezcle entre la gente,
y que penetre en todos los oídos,
que convenza de a poco y dulcemente,
hasta que invada todos sus sentidos.Entenderán entonces que la guerra,
es el problema y jamás la solución;
si el hombre de su vida la destierra,
logrará la más excelsa perfección.Marga Mangione©
“El cuento o la Historia”, Juan Zapato
“El cuento o la Historia”
El cuento creó al niño con la piedra, que el mayor le entregó y la arrojó en su inocencia como un juego más de niños, entonces se atisbó la sonrisa de hiena del mayor.
La Historia a través del Libro, menciona ochocientas veintitrés veces a Jerusalén y esta ha sido la capital del pueblo judío. La Historia además nos muestra que una vez expulsado de su tierra, nunca fue capital de ningún otro pueblo, ningún invasor le dio ese statu quo, ni hubo nación tal llamada Palestina, ni población árabe que históricamente haya manifestado rasgo cultural que la distinguiera de sus pares de otras latitudes.
Diez, veinte, cincuenta, cien, quinientos, mil misiles arrojados sobre las poblaciones del sur en lo que va del año. ¿Cuántos misiles tu patria soportaría sobre su territorio, sin responder? y ¿quién es el agresor y quién el que se defiende? Y ¿cuál es la mano asesina que utiliza como carne de cañón, al ignorante, al necesitado, para su pusilánime accionar?
La Historia contemporánea del siglo pasado deja sus antecedentes en la ‘Declaración Cambon” del Ministerio de Asuntos Exteriores francés de 1917, como también la conocida “Declaración Balfour”, del gobierno británico a fines del mismo año y finalmente la Resolución de 1947 de las Naciones Unidas, estableciendo la creación de dos estados, uno judío y otro árabe (no haciendo mención alguna a un estado palestino, ni pueblo llamado así, ya que no había tal determinación, ni denominación).
Ya circula por internet y en las pantallas de televisión mundial, la sangre de un inocente niño muerto, como trofeo de lo que sus verdugos fundamentalistas necesitan para su ruin causa, porque se esconden entre civiles, porque la vida no tiene mayor valor y el odio es su religión.
Mahmud Ahmadineyad no es un niño de pecho, ni ofrece leche al pueblo palestino, sino misiles Fajr-5. Hamás no es un movimiento revolucionario, sino una banda terrorista y nadie en su ideario de izquierda, puede abrazar la causa de estos criminales.
La cuota de sangre ha sido colmada, es hora de pedir un alto el fuego, para rearmarse, para ganar tiempo, para aparecer como víctimas, para volver a escribir otros cuentos y manipular la Historia, que la ignorancia consume, la misma que opina y juzga, la misma ignorancia que comprenderá cuando ya sea tarde, que ha sido dominada por el oscurantismo. Los niños de las piedras del ayer, juegan con fuego y se queman, juegan a la guerra y la guerra no es un juego. Israel tiene todo el derecho a existir y existirá y un estado árabe también, que desee convivir en Paz.
Juan Zapato©
“Trabajo domestico”, Fefa Martí Maldonado
Huguita, hija, perdona que te dé la brasa de esta manera pero es que, de verdad, necesito desahogarme un poco y tú eres de las pocas personas con las que tengo la suficiente confianza; si no pudiera contártelo, te juro que acabaría majareta, en serio te lo digo.
¿Quieres un poco más de infusión de valeriana? Yo es que la tomo mucho, por los nervios, ya sabes, y no es que lo diga yo pero me sale muy rica. Hija, qué bien que hayas venido, así podemos charlar tranquilas. Yo ya estaba necesitando descansar porque hoy, como comprenderás, me he dado una paliza. Tengo que aprovechar estos días, cuando se va de caza, claro, porque si no, estando él aquí, es imposible. Luego me digo que para qué tanto trabajo y tanto esfuerzo si en cuanto vuelve ya tengo otra vez la casa como un vertedero, pero es mi natural, qué le voy a hacer si soy limpia de nacimiento.
Y ésa es mi desgracia, claro, porque si me conformara, pues asunto arreglado. Él lo ensucia todo, yo miro para otro lado y se acabó el problema. Pero no, no es mi forma de ser. No puedo soportar el suelo lleno de manchas de pintura, las paredes, todo… Porque, créetelo, no tiene ningún cuidado, Huguita. Deja los cuencos tirados por cualquier parte y, claro, llegan los niños, entran sin mirar y los vuelcan y pisan la pintura y me llenan todo el suelo lleno de huellas; eso cuando no tienen la ocurrencia de pringarse las manos y estamparlas a continuación en las paredes, en cuanto me descuido tengo una colección completa de huellas palmares de todos los colores. Se lo enseñó él, ya ves, como si fuera una diversión, una gracia. Diversión para ellos, claro, pero no para mí, que luego tengo que ir detrás, renegando de todo lo renegable, limpiando huellas de pies y manos, y no veas lo que cuesta, que hay colores que no salen ni con agua caliente, sobre todo el rojo, que no sé con qué lo hace pero no hay quien lo quite, y encima el pringue de la grasa… Y él es igual, no creas que le importa lo que manche cuando está a lo suyo. Que digo yo que podría molestarse un poco y buscar la manera de pintar al aire libre. Pues no.
Y como encima el resto del pueblo le anima, pues para qué queremos más. El otro día vinieron unos cuantos vecinos y todo era alabarle el dibujo y los colores y el diseño y el movimiento de las figuras y qué bonito todo y qué artista eres, Tron. Y a mí se me llevaban los demonios porque me había pasado la mañana fregando como una loca una mancha violeta que no se iba ni pidiéndoselo de rodillas y porque el grupo de cazadores había quedado precioso después de que yo me estuviera dos horas borrando un monigote que el pequeño había pintado al lado del ciervo.
¿Te apetece una tortita de maíz? Están recién cocidas, como llevan ya dos días fuera pues me ha dado tiempo a hacer de todo, fíjate la de cosas que podría hacer si no tuviera que estar todo el rato detrás de él y de sus dichosas pinturas. A veces lo pienso y, te lo digo de verdad, Huguita, me da tanta rabia trabajar tanto para que no sirva de nada ni nadie me lo agradezca que el día menos pensado hago la maleta y me voy a la cueva de mi madre. De verdad te lo digo.
Fefa Martí Maldonado©
Si deseas recibir de regalo el e-book
“Las cosas de la caja”
de Fefa Martí Maldonado,
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y que disfrutes de su lectura.
“Las israelíes Juglarías y Arderás en mí, con su autor Roberto Sánchez Soria (Juan Zapato)”
El amor y el erotismo, el pensamiento y la palabra, la Paz y la guerra, el cotidiano vivir de un poeta en Israel.
Lectura en vivo en los estudios de Radio Sefarad (Madrid), invitado por Raquel Cornejo al programa “El marcapáginas”
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