¿En qué se diferencia esta noche de todas las demás noches?: Kfir y Ariel Bibas siguen secuestrados en Gaza.
Imagen: ©גיא מורד
¿En qué se diferencia esta noche de todas las demás noches?: Kfir y Ariel Bibas siguen secuestrados en Gaza.
Imagen: ©גיא מורד
Conocida es la historia de Pedro y el lobo, que de tanto mentir, la vez que dijo la verdad nadie le creyó.
Pero quiero contarles el cuento (nunca mejor dicho) de otro personaje al que llamaré Pedruzco, con zeta.
Pedruzco alzó vuelo en un halcón y emprendió una nueva gira artística en busca de fama por tierras vikingas, días atrás había asentado sus posaderas en una alfombra mágica por oriente (medio, cercano o próximo según desde donde nos encontremos o las circunstancias) a las tierras de Alí Babá, no sé si para unirse a sus huestes o tan solo malgastar del erario público, ya que era un indigno mandatario. Hablo con unos, hablo con otros y no dijo nada, pero en esta ocasión dijo ante sus homólogos: «es el momento de pasar de las palabras a los hechos», mientras carraspeaba, para que pasara desapercibida su enigmática frase.
El caso es que a contramano de la Historia (con mayúsculas), Pedruzco intentaba empoderar su causa ante un público de igual calaña que orgásmicamente le aplaudía, le estrechaba la mano, besos y abrazos.
Mientras tanto en el mundo real sucedía un milagro, para desgracia suya.
Él, que era el mensajero de la paz, o mejor dicho el palomo que con su cagada intenta desvirtuar la realidad, no salía del asombro de que su archienemigo, el más malvado de los pueblos, ellos los elegidos y no él, obtenía el apoyo para su defensa y demostraba una vez más, su soberanía. Tardío en reaccionar, bebió un café bien cargado como cuando… Bueno y se subió al vagón de cola, pero de tanto y tanto cambiar de rumbo, a perdido su destino, que Alá lo proteja, aunque sea un infiel ateo.
Juan Zapato©
ESPAÑA PRENSA – Opinión- La gran pregunta para RTVE… ¿Por qué EEUU se pone siempre del lado israelí?…
Amistad sincera, compartir valores democráticos, alianzas estratégicas… Pero en RTVE sólo caben teorías conspiratorias: ¡El lobby judío mueve dinero y votos!
No estaría… pic.twitter.com/y0MoVlt7VJ— Enfoque Judío (@enfoquejudio) January 22, 2024
«Los judíos no son un pueblo histórico y ni siquiera un pueblo arqueológico; los judíos son un pueblo geológico, con fracturas y derrumbes y estratos y ardiente lava. Sus crónicas han de ser evaluadas con diferente escala de medir». Yehuda Amijai.
80 años en la historia de la humanidad, son tan solo una fracción minúscula de tiempo desde los albores de la Creación.
Hoy puedo comprender en mi piel, y sentir en mis poros esa adrenalina que mis antepasados milenarios padecieron.
Hoy las hordas antijudías se manifiestan públicamente como hace 80 años y comprendo, pero no justifico a la gente indiferente, la gente temerosa, cómplice en su silencio, su neutralidad, su falta de compromiso con la vida.
Otros tantos se suman a marchas repudiando la libertad, la educación, la solidaridad, valores que se enuncian en el fundamento del pensamiento judío: amar a tu prójimo como a ti mismo y que vociferan «Palestina libre, del río hasta el mar».
Y ese rugido de reproche sentenciando el derecho a existir del Estado de Israel, abre el camino para acometer cualquier violencia contra un judío esté donde se encuentre, sea su vecino, su compañero de estudios, un profesor, un rabino, no siendo siquiera israelí, tampoco tienen derecho a existir, de continuar sus vidas donde han nacido o habitado por un largo espacio de tiempo.
A esto le llaman BDS, Boicot, Desinversión y Sanciones.
Estos imberbes se indignan al ver a unos terroristas en ropa interior a la intemperie custodiados por soldados israelíes. Los mismos criminales que actuaron el 7 de octubre. La prensa muestra las imágenes y opina, pero no cuenta el porqué. Estas bestias en otros tiempos, solían inmolarse con sus cinturones de explosivos escondidos bajo sus ropas. Los tiempos han cambiado no es casualidad, es el tiempo de Janucá hoy en el presente, un tiempo de luz, de una luz que combate a la oscuridad que propone la barbarie del fundamentalismo islámico, que tiene sus voceros los Sánchez, los Guterres, etc.
Pulsa en la imagen para escuchar la entrevista y si te ha gustado, deja un comentario en iVoox, para que más oyentes se sumen. Gracias, Juan Zapato.
El terror psicológico
«La investigación moderna revela la relación entre la empatía y el miedo o la falta del mismo con el interés por el horror».
Falta de empatía, esto es precisamente lo que falta en el mundo y que alimenta la demoníaca propaganda de Hamás.
Daniel Hagari, portavoz de las IDF, antes de comenzar con el acuerdo de liberación de rehenes, nos advirtió: «Hamás intentara aprovechar los días del acuerdo y la pausa en la lucha para difundir el miedo, la desinformación y el terror psicológico.
Serán días complejos, nada es definitivo hasta que realmente suceda. E incluso en medio del proceso, puede haber cambios en cualquier momento. Es importante señalar que Hamás es un enemigo despiadado. Nos esperan días difíciles. Alegría, mezclada con tristeza».
Dicho y hecho
Vemos material audiovisual de la liberación de los rehenes; llevan a los niños abrazados o de la mano. A ancianas en brazos como si fueran sus propias abuelas.
Los mismos desalmados que el 7/10 asesinaron, torturaron, violaron, degollaron y quemaron vivas a familias enteras, ancianos, niños y bebes.
Y a los que no, los secuestraron.
Más imágenes:
Los terroristas obligando a las rehenes que liberan a sonreír, «sigan despidiéndose con la mano».
Se les ve tan feliz como si hubieran ido de picnic.
No fue así, estuvieron en cautiverio 50 días, bajo tierra, en túneles.
Así de poderoso es el terror.
Una de las ancianas liberadas relata:
«No sabíamos a donde íbamos ni por qué. El vehículo de Hamás que nos llevaba a la Cruz Roja, fue emboscado por gazatíes tirando piedras. Pensamos que nos estaban llevando a ser ejecutadas».
Como ovejas al matadero, 1938 se vuelve a sentir cercano.
¿Cómo se ve el enfermizo terror psicológico en manos de los expertos de Hamás?
√ Horas de retraso e incertidumbre sobre la efectiva liberación de los rehenes.
√ Una niña liberada sin su madre.
√ Una hermana liberada sin su hermano de 18 años que cumple los criterios.
√ Dos niños, que cuya madre fue asesinada, liberados sin su padre, su única familia.
√ No decirles a los rehenes que los liberarían, haciéndoles creer que los lincharían o asesinarían.
Además del retraso, Hamás rompe el acuerdo de no separar familias y reclama más «ayuda humanitaria», que esta fuera de lo pactado.
El fin: abastecerse de ayuda militar y torturar al mundo judío.
Y alimentar a sus fans de todo el mundo que caen como moscas en la mierda.
Las guerras psicológicas
«Serían luchadas a través de la confusión mental, la contradicción de los sentimientos, la indecisión y el pánico. Incitando a la disensión y el desorden dentro de los países enemigos».
«Las operaciones psicológicas encubiertas, halagan las mentes de aquellos que se dejan manipular con la voz confidencial de un amigo aceptado».
¿Quién lo dice?
Hitler y sus amigos de la Gestapo.
Un niño o una mujer, inocentes secuestrados desde su cama durante más de 50 días a cambio de tres condenados por intento de asesinato, acuchillamiento o inmolación.
Texto recogido de Marcela Kirberg en Instagram.
Escribo desde Tarazona, a pie del Moncayo. En Tarazona, la romana Turiaso, y en la vecina Tudela hubo una importante judería y aún se conservan, aunque en mal estado por la desidia municipal, la judería vieja y la nueva en la ciudad turiasonense. Un amigo en Israel me ha enviado esta mañana un podcast y ahora escucho su voz gracias a la magia de la grabación radiofónica. Oír la palabra de alguien que sonríe y habla de literatura y de cultura en medio de la irracionalidad de la guerra me alegra y me entristece a la vez; y me deja preocupado el peligro que advierte como de paso, al acabar su comentario: el peligro de los terroristas del norte, de Hezbolá, presente siempre como amenaza en las vidas de los que viven, como él, en kibutz próximos a la frontera norte de Israel.
También me ha preocupado lo que dice mi amigo escritor sobre el latente y ahora resucitado antisemitismo y antijudaísmo de algunos gurús pseudoizquierdistas, esos que siquiera ha hecho medio examen de conciencia sobre su complicidad con el totalitarismo europeo del pasado (Alemania, Unión Soviética y satélites) ni con el actual totalitarismo (Cuba, Irán, Venezuela, China, Rusia, y sus satélites Turquía, Hungría y Polonia). Aclaro. Si, para simplificar, cito esos nombres de países sometidos a la barbarie liberticida y represora de los Derechos Humanos, me ocurre que amo y reivindico la tradición cultural (poética, artística) de esas naciones, incluso sus expresiones religiosas cuando no son enemigas del ser humano.
Confieso amar la poesía de Hafez de Shiraz, místico y enorme poeta persa-iraní, tanto como la de San Juan de la Cruz o la de Miguel Hernández; leo a Lao Tzé, igual que a Walt Whitman, Maimónides, Cervantes; ¡benditos traductores si me engañáis en algún detalle!; incluso leo a Jorge Luis Borges igual que a García Márquez, aunque a Borges, como a Miguel de Unamuno no le dieran en vida nunca el Nobel de Literatura, cuando los dos merecieron haber subido a Escandinavia al menos cinco veces para recibir sendos Premios Nobel: tan grandes y poliédricos fueron, genios en diferentes géneros y estilos literarios: pensamiento, ensayo, cuento, novela, poesía, y en el caso del Rector de Salamanca, hasta teatro y periodismo literario. Me alegro de que lo recibiera Gabriel García Márquez, pese a haber sido amigo del dictador Fidel Castro, y haber muerto sin salir de ese dictado: y me alegro porque, al menos, en este caso, el sectarismo político no impidió el reconocimiento universal de un genio del relato como fue el autor de Crónica de una muerte anunciada. Quedará para los futuros historiadores del Nobel lamentar por qué no lo recibieron aquellos dos citados.
Afortunadamente la cultura, las gentes, la naturaleza y, por qué no, la gastronomía y el comercio unen; a pesar de los inquietos tiempos de enfrentamiento «a favor» de la radicalización política y la deshumanización de los ajenos y de los propios, a los que se les somete a un sistemático y cerrado trincherismo.
Mirándome a mi propia casa, tampoco aquí estamos libres de sombras. En este quejigal o borde estamos quizá asistiendo, mudos la mayoría, perplejos, a una metamorfosis dictatorial de la democracia del 78, aquel Régimen que acabó con la dictadura franquista y que se construyó tras una transición admirable y reconocida como ejemplar por muchos países democráticos, recuerdo la admiración de Nelson Mandela y de los socialdemócratas suecos como Olof Palme, dos de los mejores políticos del siglo XX; uno encarcelado durante gran parte de su vida, por el apartheid racista en Sudáfrica; el otro, asesinado, por causas y en circunstancias aún no del todo claras.
Aquí, la coalición que quiere liderar Pedro Sánchez para reeditar su mandato como Presidente del Gobierno de España ha pactado una amnistía cuya consecuencia inmediata es deslegitimar a los jueces y a la Constitución. El argumento siniestro es que lo que decidan en el Parlamento ha de ser santa y única palabra en democracia, unidad confusa de gobierno, ley y jueces, o sea, de poder ejecutivo, legislativo y judicial. Una patada a Montesquieu en el trasero.
En Atenas se llamó a eso tiranía demagógica pues tras los muñecos de los tres poderes reunidos en tal mezcolanza solía estar un tirano. En verdad, la afamada democracia ateniense solo lo fue durante un poco rato, la mayoría del tiempo fue una democracia corrompida por la demagogia de líderes tiranos. Sin embargo, ese lapsus de la democracia de Clístenes y Pericles brilló con la potencia de un faro moral, político, filosófico y humanista, y sigue brillando aún hoy. Antes del oasis ateniense, Heráclito de Éfeso, el más profundo de los filósofos, dijo aquello de: «Defíende la ley más que los muros de tu ciudad». El Nomos, la Constitución, o Politeia, ley por excelencia, lo que marca el ámbito de lo común, de la convivencia y el encuentro de los diferentes, y que es freno de las provisionales mayorías que gobiernen la Ciudad.
Aquí, en cambio, se pretende que cada mayoría que acceda al poder del Parlamento cambie e interprete a su santo antojo o interés las reglas de juego de todo. Es tan aberrante eso, que Heráclito dejaría su melancólico paseo para coger una piedra y tirársela a esas aves rapaces carroñeras que se atreven a rondar al abrigo del atardecer, cuando un país está en quiebra moral y falto de autoestima y sus dirigentes lo traicionan.
Pensad esto, los que no os parece mal que haya un dictador si es de los vuestros, un «progresista» dictador no es mejor que un tirano «conservador». ¿Qué argumento es ese de que los que representan por un tiempo al Estado tienen derecho de perimetrarlo, trocearlo, venderlo, y desencantarlo, despojando a los jóvenes y a los venideros españoles de una patria, de un proyecto, de una tradición de vivir juntos? ¿Qué pasaría a contrario: si mañana un grupo de derecha o incluso de extrema derecha, porque reúnan más apoyos en el Parlamento, hacen lo mismo que nuestros amigos «progresistas»?: destruyen el valor de las leyes, juzgan a los jueces, reescriben a su gusto la Constitución, sin tener más que una mayoría escueta incluso, aunque fuera mayoría absoluta, que solo legitima, en democracia, para gobernar unos años dentro del marco común de la ley que debe ampararnos a todos.
El antisemitismo me inquieta menos en cuanto que no nos cansemos de denunciarlo, y no nos vamos a resignar a hacerlo, para que las jóvenes generaciones no sean adoctrinadas en la mentira y el racismo; por ahí soy optimista. Por otra parte, pienso que, de análogo modo, no debería ser pesimista respecto al auge de las demagogias y de la tiranía populista (no solo en España). Pero en este punto, creo que para esa batalla no basta ya nuestra labor porque han dado mucha caña ya a las generaciones jóvenes, y tendríamos que vivir nosotros unos cincuenta años más para enderezar esto. Triste es reconocerlo habiendo sido profesor de Instituto más de treinta años. Por cierto, muchos de estos progresistas se mueven por dar charlas extraescolares bien pagadas en los institutos pero pocos de ésos quieren meterse en una clase de la ESO todos los días. Dominan los medios acríticos con el Gobierno; las redes o apriscos mentales, unidireccionales, donde solo se conoce lo de uno; la educación está en manos de la psicologización y la deseducación. Triste le Roy.
¿Cerrar los ojos puede ser un signo de resistencia? Un volver a la conciencia de lo que somos, o, por el contrario, negarse a la evidencia del abismo en que nos encontramos. Signo de aceptación de la muerte, de pesimismo final y casi póstumo; o, por el contrario, de concentración de energía, de rebeldía interior, y de un cierto optimismo por encima de los valles y las montañas oscuras del porvenir próximo de España.
Triste lo que pasa en Argentina, o en España…; al menos en Israel -como en Ucrania-, y perdóname porque nadie desea vivir bajo una guerra: eso es lo peor para todo el mundo, niños y mayores, animales y cosas; al menos tenéis un país y una patria. Es triste que en España empecemos a quedarnos sin eso, así por las buenas, como los tontos, a los que le quitan el bocadillo y no pasa nada.
Fulgencio Martínez López© es autor de La segunda persona (Sapere aude, Oviedo, 2021), Línea de cumbres (Madrid, ed. Adarve, 2019), León busca gacela (Renacimiento, Sevilla, 2009). Dirige la revista Ágora-Papeles de Arte Gramático. Ha publicado la antología La escritura plural, 33 poetas entre la dispersión y la continuidad de una cultura, con textos en cinco lenguas españolas: vasco, catalán, gallego, español y sefardí. (Prólogo de Luis Alberto de Cuenca. Ars poética, Oviedo).
Para leer los dos números reunidos (N. 21 y N. 22) del Especial de Otoño 2023 del Especial de Otoño y Primavera 2023 de Ágora (Nueva Col.)
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La cuestión del conteo de víctimas gazatíes en la guerra entre Israel y Hamás, tal y como se informa en los principales medios de comunicación occidentales, es compleja y conlleva ramificaciones. Los pesos pesados de los medios de comunicación en sus respectivos países llevan decenios alimentando la confianza de sus lectores. El objetivo es destilar seriedad. Pues bien, un resultado de ese esfuerzo exitoso es la creación de un velo, donde el lector deja de cuestionar la credibilidad de las noticias porque las avala el prestigio del propio periódico que las publica. Es decir que, si The New York Times informa un determinado número de víctimas de la guerra en Gaza y describe la causa de su muerte sin advertir claramente que se trata de datos inciertos, los lectores naturalmente tenderán a aceptar la información recibida sin titubeos.
Además, el efecto se amplifica globalmente. Si esa información dudosa también consta, por ejemplo, en periódicos de Turquía o del mundo árabe, su aparición en una reconocida publicación occidental le confiere un sello de aprobación entre el público turco o árabe. Y lo que es más importante, si más tarde la información resulta ser incorrecta, ya está hecho el daño y es irreparable.
Un ejemplo es la explosión en el hospital Al Ahli el 7 de octubre, que un portavoz del ministerio de sanidad de Gaza afirmó de inmediato que había sido causada por un ataque aéreo israelí, ocasionando más de 500 muertos. Testigos presenciales locales ofrecieron relatos desgarradores de la carnicería. Gran parte de los medios de comunicación de todo el mundo, incluidos los más respetados, rápidamente se hicieron eco de esa narrativa, prácticamente sin tomar distancia crítica.
Como sabemos ahora (y podríamos haber sospechado mucho antes si se hubiera dado más credibilidad a la evaluación inicial de las IDF), la explosión fue causada casi con toda seguridad por un cohete errante de la Yihad Islámica, que no impactó en el hospital sino en su aparcamiento y que causó entre 50 y 250 víctimas mortales. Sin embargo, la inmensa mayoría de la población de los países árabes y, en general, de los países musulmanes (así como no pocas personas en Europa y Estados Unidos) siguen creyendo en la versión inicial. Además, para muchos en el mundo, este suceso ha pasado a considerarse un emblema del desprecio de Israel por la vida humana y podría convertirse en un detonante de violencia.
El poder de los medios de comunicación a la hora de difundir información y crear percepciones conlleva también una gran responsabilidad: garantizar que, en aras de la búsqueda de la verdad, las noticias y los datos se examinen cuidadosamente y se evite el lenguaje incendiario o ambiguo. A modo de ilustración, nos remitimos a la edición del 7 de noviembre de El País. Allí nos encontramos con el siguiente titular: «Un mes del asedio de Israel en Gaza: Más de 10.000 muertos y un rastro de destrucción sin precedentes». Al leer este titular, y después de haber visto los múltiples informes anteriores sobre esta guerra en la prensa internacional, uno podría suponer justificadamente tres cosas: 1) se trata de una cifra de muertos confirmada; 2) la muerte y la destrucción han sido causadas por Israel; y 3) las víctimas son todas civiles.
Desgranemos estas suposiciones.
1) ¿Se ha confirmado el número de muertos?
Hasta el 8 de noviembre, el número de víctimas según el ministerio de sanidad de Gaza ascendía a 10.328, incluidos 4.237 niños y 2.719 mujeres. Estas cifras parecen exactas, pero su fiabilidad es cuestionable. Al fin y al cabo, el máximo responsable sanitario de Gaza es nombrado por Hamás. De hecho, según la Casa Blanca, el ministerio de sanidad de Gaza es «sólo una tapadera de Hamás», y es bien sabido que Hamás tiene sumo interés en que la cifra de muertos que se comunica al exterior sea lo más elevada posible.
Por el contrario, las IDF no han informado de ningún recuento de víctimas, más allá de indicar que abatieron a un gran número (posiblemente miles) de terroristas al responder al ataque de Hamás y en los días siguientes. El silencio de Israel se debe a que las autoridades simplemente desconocen el número real de víctimas inocentes en Gaza. Es imposible llegar a cifras totalmente exactas en medio de intensos combates y en ausencia de terceros u otros testigos internacionales confiables.
2) ¿Es totalmente atribuible a Israel?
En el conteo de víctimas del ministerio de sanidad se incluyen las personas muertas por cohetes disparados erróneamente desde Gaza. Hamás afirma haber disparado 7.000 cohetes contra Israel desde el 7 de octubre. Aunque es de suponer que tanto Hamás como la Yihad Islámica han mejorado su tecnología desde la última ronda de combates (en la que las FDI estimaron los lanzamientos fallidos en un 25% del total), incluso una tasa de fallos del 10% causaría muchas víctimas entre los gazatíes. Un ejemplo de ello es la mencionada explosión del hospital Al Ahli.
Por otra parte, cabe notar el cruel uso que hace Hamás de la población de Gaza para promover sus propios objetivos, de lo que raras veces se les responsabiliza en los medios de comunicación occidentales. ¿Por qué los periódicos europeos no destacan con mayor frecuencia que Hamás ha defraudado rotundamente a su población, haciendo recaer el peso de esta trágica guerra sobre las cabezas de su propio pueblo? A lo largo de los años, Hamás ha utilizado fondos de ayuda internacional y un impuesto sobre el contrabando para construir una red de túneles de dimensiones inverosímiles, y que utiliza únicamente para proteger a sus propios combatientes y dirigentes. Mientras tanto, no hay ni un solo refugio en la superficie de la Franja para proteger a la población civil. Sin embargo, al planificar su masacre del 7 de octubre, Hamás sabía que la respuesta israelí sería masiva y contundente. ¿Tomó alguna medida, como autoridad gobernante en Gaza, para proteger a sus civiles? Como declaró Abu Marzouk, un alto funcionario de Hamás, en una entrevista el pasado 27 de octubre en un asombroso despliegue de cinismo: «Hemos construido los túneles porque no tenemos otra forma de protegernos», y en cuanto a los civiles, «es responsabilidad de las Naciones Unidas protegerlos».
Esto no es todo. Han circulado ampliamente informes de que Hamás ha disparado a personas que se dirigían al sur de la Franja en respuesta a las directivas y súplicas de las IDF. Sean verídicos estos informes o no, lo cierto es que Hamás se opone sin paliativos a que cualquier civil huya de las zonas de combates intensos, aunque quedarse pondría sus vidas en peligro. El 8 de noviembre, Salama Maruf, jefe de la oficina de medios de comunicación de Hamás, acusó a la ONU de actuar en connivencia con el ejército israelí en el «desplazamiento forzoso» de los residentes de la ciudad de Gaza. En otras palabras, Hamás los necesita allí para que actúen como escudos humanos y, en caso de encontrar la muerte (recordemos que, si una infraestructura civil se utiliza con fines militares, puede convertirse en objetivo legítimo), ayuden a engrosar la cifra de víctimas civiles.
3) ¿Son civiles todas las víctimas?
Hamás (y, por extensión, su ministerio de sanidad) no distingue entre combatientes y civiles a la hora de informar sobre las bajas, y los combatientes a menudo visten de civil (y son abatidos vestidos así). En julio de 2014, según informó y tradujo MEMRI, el ministerio del interior de Hamás emitió directrices para los usuarios de las redes sociales de la Franja de Gaza sobre cómo informar de los acontecimientos y comentarlos con personas ajenas a la Franja. Una de las directrices decía: «No olvides añadir siempre ‘civil inocente’ o ‘ciudadano inocente’ en tu descripción de los muertos en los ataques israelíes contra Gaza».
Dado que hasta ahora las fuerzas armadas israelíes han divulgado escasa información sobre los combatientes enemigos muertos, es imposible aventurar un desglose entre civiles y combatientes. Sin embargo, en la guerra de Gaza de 2014, las víctimas civiles representaron alrededor del 40-50% del total (en comparación con un 77% en la guerra de Irak, por ejemplo). Además, aunque se ha informado ampliamente del elevado número de muertes de menores, no hay datos sobre su distribución por edades. Cabe destacar el reclutamiento de niños soldados por Hamás, documentado por UN Watch y otros. Al mismo tiempo, casi el 50% de los habitantes de Gaza son menores de 18 años (frente a menos del 17% en España), por lo que es probable que los niños representen una proporción relativamente grande de las víctimas inocentes.
Volviendo a ese titular de El País, si buceamos en el artículo mismo, lo primero que vemos es una fotografía con el siguiente pie de foto: «Un grupo de palestinos ante los cuerpos de sus familiares asesinados por un bombardeo israelí en la ciudad de Deir al Balah, en el centro de la franja de Gaza, este lunes». Ahora bien, ¿consultó el autor o el equipo de redacción del periódico fuentes fiables para confirmar a) la autenticidad de la imagen, b) si este bombardeo israelí se produjo realmente tal y como se describe, c) si las víctimas que aparecen en la fotografía eran todas civiles, y d) si su muerte efectivamente se produjo en este bombardeo? En segundo lugar, ¿qué justifica el uso de la palabra «asesinados»? ¿Es la posición de El País que las fuerzas armadas de Israel asesinan a civiles inocentes?
En conclusión, los principales medios de comunicación serios deberían ser extremadamente cautelosos a la hora de informar sobre las cifras de víctimas civiles y sus causas en la guerra contra Hamás en Gaza, cuando una de las partes del conflicto armado es una entidad no estatal motivada por una ideología despiadada y que hace todo lo necesario para manipular la opinión pública en el mundo. Los medios de comunicación tienen el deber de informar, pero es peligroso apresurarse a hacerlo sin contar con personal profesional y plenamente capacitado sobre el terreno y antes de que se pueda obtener una confirmación fidedigna. Difundir información falsa o sesgada y ofrecer descripciones incendiarias de los acontecimientos basándose en fuentes posiblemente sesgadas o viciadas puede acabar minando la confianza del público en los medios de comunicación. A plazo más inmediato, puede alimentar la ira y el odio y poner en peligro la seguridad de personas y grupos poblacionales a nivel mundial.
*Acción y Comunicacion sobre Oriente Medio. Fuente: https://a-com.es/gaza-sobre-conteo-de-victimas/
Los estudiantes anti-israelíes de muchos campus universitarios de Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa suelen corear el lema «Desde el río hasta el mar, Palestina será libre». Este lema, que básicamente significa que Israel no tiene derecho a existir en el territorio comprendido entre el río Jordán y el mar Mediterráneo –en otras palabras, en el territorio sobre el que de hecho se asienta–, ha sido sancionado durante mucho tiempo por grupos islamistas que piden abiertamente la eliminación de Israel.
El mismo llamamiento se ha proferido en:
–Una reunión reciente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Sydney, en la que a estudiantes judíos se les impidió hablar o desplegar banderas israelíes con motivo del Día de la Independencia de Israel.
–Una concentración celebrada el 8 de abril bajo el lema «Las manos [israelíes], fuera de la mezquita de Al Aqsa», convocada por varias organizaciones pro-palestinas de Nueva York. Los oradores elogiaron a la «resistencia» palestina y a sus «mártires», y corearon el referido cántico.
–En un acto organizado a principios de año por grupos judíos en el University College de Londres, decenas de activistas anti-israelíes corearon lo de «Palestina libre desde el río hasta el mar». «Deberíamos pedir a los ejércitos árabes y musulmanes que liberen Palestina», afirmó explícitamente un orador.
A finales del año pasado, la comunidad judía de la Northwestern University de Chicago se escandalizó al ver que unas copias impresas de un artículo de opinión sobre el orgullo judío se convirtieron en un gran cartel con el citado «Desde el río hasta el mar, Palestina será libre».
Es imposible imaginar que los activistas antiisraelíes no tengan idea de que este lema es un llamamiento frecuente a las armas de quienes quieren destruir a Israel.
El eslogan refleja los deseos de Irán y sus peones terroristas –especialmente Hamás, la Yihad Islámica Palestina (YIP) y Hezbolá– de sustituir a Israel por el 57º Estado islámico, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo.
Dirigentes y funcionarios iraníes han repetido a menudo que su objetivo es «borrar a Israel del mapa». Recientemente, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní se hizo eco de ese llamamiento al declarar que Jerusalén es «la capital eterna de Palestina, desde el río hasta el mar».
En vísperas de su reciente visita a Siria, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, repitió el deseo de su régimen de ver a Israel eliminado [de la faz de la Tierra].
Hamás, el grupo terrorista respaldado por Irán que controla la Franja de Gaza, nunca ha perdido la oportunidad de transmitir el mismo mensaje. Por ejemplo, en diciembre de 2022, en el 35º aniversario de su fundación. Un mapa que acompañaba al eslogan de marras representaba toda la tierra desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Sin Israel.
A principios de este año, Ismaíl Haniyeh, líder de Hamás, volvió a repetir el objetivo de su grupo de acabar con Israel:
Toda Palestina, desde el río hasta el mar, y desde Ras al Naquora [en la frontera entre Israel y Líbano] hasta Umm al Rashrash [Eilat, la ciudad más meridional de Israel], es una sola tierra indivisible que no se puede vender ni negociar.
El portavoz de Hamás Husam Badran también afirmó el respaldo de su grupo a la eliminación de Israel: «La Palestina que conocemos va del río al mar, sin que falte ni un centímetro», clamó.
Al utilizar este lema, Irán y Hamás están diciendo, sin rodeos, que no hay lugar para un Estado judío en Oriente Próximo. También están diciendo que la tierra que se extiende desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo es de propiedad musulmana y no puede ser cedida a ningún no musulmán.
El artículo 11 de la Carta de Hamás no deja lugar a dudas; es directamente genocida:
El Movimiento de la República Islámica [Hamás] cree que la tierra de Palestina es un Waqf islámico consagrado para las futuras generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio Final. No se debe dilapidar, ni ella ni parte de ella; no se debe renunciar a ella. Ni un solo país árabe ni todos los países árabes, ningún rey o presidente, ni todos los reyes y presidentes, ninguna organización ni todas ellas, ya sean palestinas o árabes, poseen el derecho a hacerlo.
El artículo 13 de la Carta de Hamás defiende abiertamente el uso de la violencia para matar judíos y eliminar a Israel:
No hay solución para la cuestión palestina si no es a través de la Yihad [guerra santa].
El artículo 15 afirma:
La Yihad es el deber individual de todo musulmán (…) Es necesario inculcar el espíritu de la Yihad en el corazón de la nación para que haga frente a los enemigos y se una a las filas de los combatientes.
La Yihad Islámica Palestina, otro grupo terrorista respaldado por Irán con sede en Gaza, también insiste en que toda la tierra desde el Jordán hasta el Mediterráneo debe caer bajo el dominio islámico. Al igual que Hamás, la YIP ha participado en innumerables ataques terroristas contra Israel y rechaza el derecho de Israel a existir.
Los activistas antiisraelíes que corean «Del río al mar, Palestina será libre» están –lo sepan o no– respaldando la ideología de los mulás de Irán, Hamás y otros grupos terroristas que llevan mucho tiempo trabajando por destruir Israel. Estos activistas, que a menudo se describen a sí mismos como «propalestinos», en realidad no se preocupan por los palestinos ni por «liberar Palestina». Si así fuera, reclamarían mejores oportunidades para los palestinos, un Gobierno palestino menos corrupto, la aplicación igualitaria del Estado de Derecho bajo el liderazgo palestino; los derechos de las mujeres y los niños palestinos, así como la libertad de expresión, reunión y prensa para todos los palestinos.
No son más que individuos que odian a Israel –en realidad, antisemitas– que se han alineado con extremistas y terroristas musulmanes.
Al corear «Del río al mar, Palestina será libre» en un campus universitario de Occidente o en un mitin en Nueva York, esos activistas están sirviendo de altavoz a terroristas musulmanes que a diario asesinan a sangre fría en escuelas, cafés y carreteras; por ejemplo, a una madre judía y sus dos hijas que se dirigían a celebrar una festividad judía. Hamás se ha jactado incluso de que sus hombres estuvieron detrás del asesinato de una familia británica, los Dees, en un ametrallamiento desde un vehículo en el valle del Jordán a principios de abril.
La próxima vez que alguien coree lo de «Desde el río hasta el mar» en Estados Unidos, Canadá o Europa, debería tomar nota de que está expresando su apoyo al régimen de Irán –que, según se informa, envenena a sus colegialas por centenares y ahorca a sus propios ciudadanos por delitos como «insultar a la religión»–, así como a los grupos terroristas vinculados con Irán: Hamás, la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá.
© Versión original (en inglés): Gatestone Institute, © Bassam Tawill
© Versión en español: Revista El Medio
Entrevista radial de Leonor Haydée Chiquiz Manchego en Castellón de la Plana al escritor y editor Juan Zapato en Israel.
Pulsa en la imagen, para ver el video:
La izquierda oficial es internacionalista y su slogan es «La ignoracia al poder».
Aquí dos indignos representantes que tienen el don de la palabra, mas no el don de la sabiduria, eso se tiene, se obtiene a partir del saber escuchar, el leer y comprender, analizar, cuestionar, tener curiosidad, querer aprender.
Estos personajes son gente mala, transmiten maldad y alimentan maldad. Nada bueno podemos esperar de ellos.
Hoy los medios de difusión dan a conocer la barbarie asesina de las bestias de Hamás, cientos de asesinados en el kibutz Kfar Aza. Quemados en sus casas, mujeres violadas, para luego asesinarlas, niños degollados…
Cuando la izquierda oficial se hace vocero del jihadismo diciendo: «No a la ocupación», está diciendo no al derecho de existencia del Estado de Israel, porque para estos sicarios «la ocupación» es todo el territorio de Israel. Hamás no lo oculta, está escrito en su Carta fundacional.
Sigo preguntádote
¿De qué lado, estás tú?
Yo, Juan Zapato escritor israelí, estoy del lado de la paz, desde siempre.
Director de «La Torre de Babel Ediciones®» https://www.latorredebabelediciones.com/
¿De qué lado, estás tú?
La izquierda oficial, la izquierda de la casta, esta izquierda de ricos, no ha perdido el rumbo, siempre tuvo claro su destino: antijudaismo, hoy disfrazado de anti-israelismo. Acaso cuando gobernó la izquierda en Israel, ¿ustedes apoyaron?
Hamás no es el pueblo palestino al que ustedes dicen defender, Hamas es una organizacion terrorista a la que ustedes apoyan. Hamás tiene encarcelada a la población de Gaza, ese es su carcelero.
Hamás no busca la paz, no acepta los Acuerdos de Abraham, cada día se va aislando del soporte árabe, sabe que su causa esta perdida. Su causa no es construir un país, sino destruir a Israel, y también allí su gran error. Israel es David y ustedes ni siquiera Goliat.
La izquierda oficial habla de ocupación y les falta memoria. Israel llevó a cabo en 2005 el «Plan de retirada unilateral», a cambio de paz, desalojando 21 asentamientos en la Franja de Gaza y 4 en Cisjordania. Pero la paz no llegó, Hamás en enero de 2006 gana las únicas elecciones habidas hasta la fecha y por la violencia contra sus propios hermanos, en junio de 2007 gobierna todo el territorio, es amo y señor.
Gaza es el único territorio «limpio» de todo judío, cumpliendo lo que fuera el sueño de Hitler.
La pregunta sería, ¿por que aún no han construido un país? ¿Por falta de dinero? NO. Los tuneles, los misiles, la vida de opulencia que disfrutan sus jeques, por supuesto fuera de Palestina, todo ha sido financiado por los aportes de la comunidad internacional, bajo ningún control de esos fondos. Hamás necesita derramar la sangre del pueblo palestino, para su subsistencia.
La izquierda oficial es ciega, en su supina ignorancia hace la vista a un costado ante los principios fundacionales de Hamás:
La izquierda oficial habla de paz, y su paz se sintetiza en el no reconocimiento del derecho a existir del Estado de Israel. Israel desde el primer dia de su existencia ha sido atacado por la barbarie, la ignorancia, el fanatismo, el sinsentido. Llevamos 75 años en guerra, siempre hemos triunfado y seguiremos así. Y a pesar de la guerra hemos aportado a la humanidad diferentes medios para mejorar la vida, la primera premisa «ama a tu prójimo como a ti mismo» nuestra ética, el desarrollo agrícola, los avances médicos, la tecnología de punta, el desarrollo del agua, la solidaridad en cada catástrofe de la naturaleza, la pluralidad de credos y costumbres.
¿De qué lado, estás tú?
La izquierda woke, la izquierda del buenismo, ha abandonado la lucha por la clase obrera, para hacerse vegana, ha sistematizado la analfabetización programada en la educación, en su asnada destruye la lengua de Cervantes. Y habla de pluriculturalidad, en definitiva separatismo.
Imberbes nostálgicos de Stalin, ven en Putin su referente.
Hoy el imperialismo se llama islam-fundamentalista, releean renglones arriba los fragmentos de los principios para la toma del poder absoluto, que plantea Hamás. Y piensen, despierten seriamente, ¿qué será de los marxistas, los socialistas, lo colectivos LGTB+, los derechos de la mujer, cuando ellos rijan los destinos de tu tierra: Al Andalús, ¿no irán también por ti? ¿Disfrutarás de los derechos civiles de los ayatolas, los talibanes, boko haram…?
¿De qué lado, estás tú?
Yo, Juan Zapato escritor israelí, estoy del lado de la paz, desde siempre.
Director de «La Torre de Babel Ediciones®» https://www.latorredebabelediciones.com/
Me presento, soy Miriam, la muñeca de Yael, les cuento nuestra historia.
Como no conozco el calendario, sólo puedo decirles que era de mañana, muy temprano porque aún se escuchaban los trinos aunque el Sol no asomaba ni asomaría en Lodz.
Unos fuertes gritos provenientes de la calle, hicieron asomarse a la ventana a Beca, la mamá de Yael, las tres estábamos solas ese día ya que Ádan el papá, había marchado a Varsovia días atrás.
Beca, despertó a Yael y la vistió con premura, yo que estaba apoyada sobre los piececitos de mi dueña, salté al levantarse ella. Sin lavarse el rostro bajamos las tres. Las miradas de todos reprimían preguntas, el aire estaba viciado del humo de los escapes de aquellos camiones militares, a los que nos condujeron violentamente. Llegamos a una estación de ferrocarril, sería la primera vez para las tres y la última para dos. Por los cuentos que la bobe2de Yael solía contarle por las noches, los viajes en tren eran muy placenteros, yo no lo veía así, estaban abarrotados esos vagones sin asientos y sin luces, el viaje era interminable, el olor nauseabundo, hasta que por fin llegamos a un lugar de mucho verde que sobresalía por encima de la fuerte niebla. Descendimos pero no descendieron todos, algunos quedaron en los suelos sucios de aquel vagón.
Sobre el andén, nos hicieron formar, sentía miedo y Yael me apretujó sobre su pecho y sus latidos vibraban en mí. Separaron a los hombres de las mujeres, nosotras tres seguíamos juntas, sin saber a dónde debíamos ir.
Atravesamos unas rejas y nos hicieron formar nuevamente, un soldado que llevaba en su gorra la insignia de los piratas, nos separó a las dos de la mano de Beca y nos arrastró hacia donde estaban muchos niños y vimos alejarse a Beca con los ojos borrosos del llanto de mi dueña. Una mujer soldado, con voz dulce nos dijo, no temáis nada iremos a las duchas y luego se reencontraran con sus familias. A todos los niños los hicieron desvestirse y en un descuido me separé de Yael, hacía frío, el lugar olía desagradable. Unos hombres recogieron las ropas y entre ellas me arrojaron en un gran recipiente, no volví a ver a Yael.
Entre muchas pertenencias de aquellos seres humanos aguardo a que venga por mí, intento reconocerla entre esos jóvenes que visitan Treblinka, dije que no entiendo de calendarios pero me la imagino que ya debe ser como de diecisiete años.
Juan Zapato©
Del libro “Juglarías” …un poeta en Israel, ISBN: 978-965-91073-0-8
http://www.latorredebabelediciones.com
1 Pesticida que fuera utilizado como arma química por los nazis en las cámaras de gas de los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
2 Abuela en idish.
Purim (en hebreo: פורים, Pûrîm = suertes) es una fiesta judía, celebrada anualmente el 14 del mes de Adar del calendario judío (o 15 de Adar en las ciudades amuralladas) en conmemoración del milagro relatado en el Libro de Ester en el que el pueblo judío, mediante la intervención de una joven judía llamada Ester, que ocultaba sus orígenes judíos, logra sobrevivir a un intento de ser aniquilada bajo el mandato del rey persa Asuero, identificado por algunos historiadores como Jerjes I, alrededor del 450 AEC.
El Libro de Ester narra cómo el rey Asuero de Persia, en lugar de matar a todos los judíos de su reino, como le había pedido su ministro Amán, da muerte a Amán, a sus diez hijos y los enemigos de los judíos en todo el imperio. Asuero coloca en el puesto de Amán a Mardoqueo, primo de Ester.
A pesar de que Purim es considerado uno de los días más alegres del calendario hebreo, los judíos tienen la obligación de ayunar y orar en la víspera, en recuerdo de los judíos persas que ayunaron ante el inminente conflicto que podría haberlos llevado a su exterminio.
En Purim se lee en voz alta el Libro de Ester (en hebreo מְגִילַת אֶסְתֵּר, Meguilat Ester); quienes escuchan, especialmente los niños, intervienen con matracas y hacen ruido cuando se pronuncia el nombre de Amán.
Tras el ayuno, se hace un gran banquete en el que se acostumbra a beber vino y recitar cánticos. Entre otros, suele recitarse la plegaria Shoshanat Ya’akov. Asimismo, es obligación enviar regalos a los amigos (en hebreo: משלוח מנותMishloaj manot) y dar limosna a los pobres (en hebreo: מתנות לאביונים, Matanot La’evionîm). También se acostumbra a disfrazar a los niños pequeños.
La fiesta de Purim ha sido siempre muy apreciada por el judaísmo; algunos han argumentado que cuando se olviden todas las obras proféticas y hagiográficas, el Libro de Ester todavía será recordado, y por lo tanto la festividad de Purim seguirá siendo observada.
Una oración especial (Al ha-Nissim – Por los milagros) se inserta en la Amidá durante el servicio de la noche, por la mañana y por la tarde, y está incluida en el Birkat Hamazón (Bendición después de las comidas).
Imagen: «Adloiada» Zurab Martiashvili©
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Juan Zapato
Editor.
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