Archivo de la categoría: Niko K. Irigoyen

«¡Madre, vende el azafrán!», Gregorio García García

EL AZAFRÁN EN ESOS LUGARES DE LA MANCHA…

La rosa del azafrán
triste visita nos hace,
cuando nace el sol saldrá
a morirse con la tarde.

azafránEl azafrán en esos lugares de la Mancha, de cuyos recuerdos guardo en mi alma y nunca voy a olvidarme. No era cultivo de poderosos y ricos terratenientes, dado la gran cantidad de mano de obra que necesita y el especial cuidado que su cultivo requiere. Ellos, no todos, solo algunos arrendaban tierras que, se dividían en parcelas de un celemín (cuatrocientos sesenta y siete metros cuadrados), cobrando un alto precio por el arriendo a obreros, pobres enfermos o con alguna minusvalía física. Estos no podían trabajar siempre por cuenta ajena, por la dureza salvaje de algunos trabajos del campo, como por ejemplo: el destajo de la siega o hacer hoyos para viñedos y olivos, por eso cultivaban el azafrán, porque nadie les imponía ningún ritmo ni exceso siendo dueños de sus propias tareas. Aunque las ganancias no eran muy rentables, teniendo en cuenta la cantidad de horas dedicadas en su cultivo y recolección. En la monda colaboraba toda la familia de la casa, incluidos niños y los más mayores también, ajenos que se les pagaba en azafrán con la cuarta parte de lo que mondaban.

De los años sesenta a los noventa, su cultivo se generalizó más entre obreros del campo y pequeños agricultores y también albañiles y peones de la construcción que, al no tener trabajo en esta zona de la Mancha, debido a su precario desarrollo (intencionado) que, en años atrás no consintieron los poderosos terratenientes ricos, para tener mano de obra barata y disponible siempre al alcance de sus manos. Unos tuvieron que emigrar, otros si querían trabajar tenían que desplazarse todos los días a Madrid y a otras lejanas ciudades, saliendo a las cuatro y media de la madrugada y regresando a sus casas a altas horas de la noche. Con los consiguientes gastos y riesgos que esto les originaba que, podrían calcularse en un treinta y cinco por ciento de merma en su salario y mucho más con la moda que llego a generalizarse, de los intermediarios del trabajo, llamados «pistoleros», con los perjuicios que de estos se derivan (hoy parecen ser especie protegida), aparte de las penurias y el no poder gozar ni disfrutar de sus hijos. Cultivando el azafrán en sábados y domingos les ayudaba a sacar su familia adelante.

Hasta el año 2011 han trascurrido dos décadas, de casi su total desaparición, debido a innumerables causas de crisis y burocráticas. Parece ser que en estos tiempos, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, está poniendo los mecanismos y ayudas para su nuevo renacimiento en la región.

azafrán1El azafrán en las familias obreras pobres, era necesario para poder sobrevivir, criar y casar a los hijos, comprar un solar para después hacer la casa, reformarla o comprar algún mueble. Era parte de nuestra necesaria economía y también nuestra cultura. El azafrán no es un producto agrícola más, sino que también este forma parte de nuestro patrimonio histórico y cultural de la región y debe de ser conservado y además protegido.

¡MADRE, VENDE EL AZAFRÁN…!

¡Madre, vende el azafrán!
que anoche mondando rosa
mi novio encima la mesa
me dijo que soy preciosa.

¡Madre, vende el azafrán!
que con sus besos de miel
entre suspiros me dijo
que me casara con él.

¡Madre, vende el azafrán!
que casarme yo requiero
que en el trabajo del campo
se muere pobre el obrero.

¡Madre, vende el azafrán!
prepara pronto mi boda
que mi novio tiene casa
y los muebles a la moda.

¡Madre, vende el azafrán!
que mi novio tiene mulas
también viñas y olivares
y dos galeras muy chulas.

¡Madre, vende el azafrán!
cómprame el ajuar que espero
que en el banco mi Manolo
tiene guardado dinero.

¡Madre, vende el azafrán!
que la miseria es martirio,
siendo obrera paso hambre,
con mi novio es un delirio.

¡Madre, vende el azafrán!
que en lo que digo no miento
que me parece que tengo
en el vientre alumbramiento.

¡Madre, vende el azafrán!
es tanto lo que le quiero
que con el quiero vivir
y por tenerle me muero.

Gregorio García García©

El poema expone una realidad del pasado aún latente en los que todavía la recordamos. Pudiera ser que algunos conceptos las nuevas generaciones no lo entiendan del todo. De los cuatro personajes del poema el principal no sale a escena. Aunque la hija para el padre fuera la niña de sus ojos… algunas cosas que ella cuenta a su madre en aquellos tiempos no se solían contar a un padre. Aparentemente en un principio, parece ser que a nuestra joven protagonista, por ser su novio de una clase social más alta solo le moviera el interés. Aunque para ella era un buen logro el salir de la miseria que la envolvía. Pero lo que de verdad pretende, porque esta locamente enamorada, es convencer a su madre, como era tradición, una vez conseguido esto, entre las dos convencer al padre sería pan comido.


“Lira Política, David Gutiérrez García

1891947186 

Las silvas ancestrales
que paran el dolor y los sentidos
son cantos actuales,
palabras como aullidos
en contra de políticos podridos.

Si hubiera más Sanjuanes *
y menos graduados del soborno
y menos charlatanes
pisando nuestro entorno
seguro que acababa este bochorno.

Si hubiera más poemas
volando como átomos visibles
y menos monotemas
que no son comprensibles
los días nos serían asumibles.

Pero no hay más que cutres,
maestros del discurso monocorde
tan cursis y tan futres,
expertos del engorde
con ellos no seré misericorde.

Esta es nuestra desgracia
vivir en el Estado Posmoderno
sólo con bancocracia
y “listos” del infierno:
¡cojamos esta mierda por los cuernos!

David Gutiérrez García©

* San Juan de la Cruz


“Perfumes y aromas”, Juan Zapato

A la intemperie el perfume a brea se bifurca a través del vaivén de las barcas amarradas y el canto de las gaviotas se adueña de una nueva mañana.

131Un nuevo recorrido me ha de revelar los secretos a la vista de esta ciudad y el olfato de rata de biblioteca me transporta por la calle del Sol, hacia su librería. A sendos costados de la puerta de entrada, libros leídos aguardan a un ávido lector que se atreva a adoptarlos y en la vidriera derecha, ejemplares acuñados de clásicos hispanos y allende los mares. Ahora el perfume se ha impregnado del ambiente, huele a hojas de árboles voluminosos, de encuadernación delicada. Árboles de vida, que contienen aprendizajes, mundos donde encontrar las respuestas a los interrogantes, que aún no nos hemos formulado.

El recinto acoge con una tenue luz y el silencio encierra el rumor de tantas letras hilvanadas en historias de la Historia, aventuras noveladas, relatos cortos de largas travesías, versos ahogados libertarios o susurros pasionales.

133Dejo atrás este lugar mágico de colores sepia y al traspasar la puerta, un vecindario poblado de cafés y bares trasnochados -que al adormecerse el día han de adquirir sesgos intelectuales, rescatados por soñadores sesentistas de cabellos agrisados-, me invita.

El fresco amaina el paso y por delante un bullicio se aproxima por la plaza del Mercado La Esperanza de Haití, pero los aromas y el colorido nos esperan dentro del recinto, en cada puesto de pescados y frutos de mar.

Ya es hora… de adquirir unas flores en el kiosco que he visto al ingresar, sé que le han de agradar.

Juan Zapato©


“Tomo secreto”, Emilio Porta

Yo no sé de qué color llegarás tarde
a las citas. Supongo que llegar tarde
es gris, verde llegar temprano.
De algún color se pusieron tus ojos
y ninguno de ellos era. Color como una
mesa de al fondo posiblemente fuera.

⁞⁞⁞⁞

Violeta,
como la semana Santa de mi país.

⁞⁞⁞⁞

Se me antoja
que nunca fuiste un niño
pequeño del todo,
un niño recién estrenado.

⁞⁞⁞⁞

Para el compositor, acariciar
las teclas del piano
es, como es para el poeta, acariciar
el cuerpo misterioso de la vida.
Tocar, ¡oh, sí!, el marfil inanimado.
Tantear el pecho de la desconocida.

⁞⁞⁞⁞

“Una ola de antisemitismo cruza el país”

Quemaron todos los escritos.
Sigmund Freud debería hacer lo mismo,
hincado de hinojos por la ola, con su obra.
Con todo lo que no había traspapelado
tras sus anteojos. Porque la ola había regresado.
Recuperada del sopor de centurias
en que la había encerrado el Renacimiento,
se desbordaba de nuevo sobre el arte y la ciencia.

Sigmund Freud había muerto hace años.
Y se encontraba solo frente a ella.
A punto de ser devorado.

Emilio Porta© de su libro “Tomo secreto” ISBN:978-84-95140-27-2

http://emilioporta.blogspot.com


“el circo ha llegado para quedarse…”, Rubén Romero Sánchez

el circo ha llegado para quedarse.
la mujer barbuda te abre el corazón
mientras los trapecistas se juegan tus recuerdos.
hay un domador de los sueños que vendiste,
hay una vidente que te augura un mal pasado,
los niños roban monedas a sus padres
y preguntan por el faquir que durmió en tu sonrisa,
mientras toda la gente que un día te quiso
compra casas, planta tomates, hace que vive.
los días de lluvia el circo es fangoso
como tu inocencia,
los leones apuestan sus cuchillos desgastados
a que no serás capaz de regresar a casa,
hay un caballo que ignora que no existe el perdón.
y tú vestido de oportunidades perdidas
pasas por la taquilla de los que han sido olvidados
y tratas de fijar tu boca vidriosa
en respuestas que ya no te conciernen.
el circo repite función los martes,
tú crees en el amor verdadero,
y mientras tratas de anclar al pecho la Luna
el cielo se hace añicos en cada poema.

Rubén Romero Sánchez© http://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2011/09/4539-ruben-romero-sanchez.html


“Onírpolis del Sur”, Rosaura Mestizo Mayorga

En este mi país, el sueño es posible, si soy tierra y nación. En donde,

MI PAISAJE, esté curado de devastaciones del verde de los campos, sin heridas, sin conflagraciones de pirómanos. Limpia, guardando en sus entrañas, solo las huellas de las nuevas vidas con llantos enérgicos tras las colinas de sus madres, para el alimento. Con un sol siempre sonriente acariciando rostros de niños y ancianos, y, manantiales depurados de cuerpos de desaparecidos. Con mares, pero no de lágrimas. Donde la niebla se deje abrazar y la luna no entristezca.

EL CLIMA, sea el que otorgue la calidez de la palabra, la sonrisa transparente y el amor auténtico. Que alimente sin variantes y sin manos que lo obliguen a cambiar su estado natural.

EL ORIGEN ETNICO DE LOS HABITANTES, donde los predominantes sean los raizales con matices extranjeros.

MI LENGUA, sea un castellano esencial, una lengua propia que hable por su pueblo. El lenguaje corporal y el hermoso de los guiños.

La DIMENSIONES DE LA ciudad- CAPITAL, sea suficiente para restablecer el vecindario y que prime la tranquilidad.

La FORMA DE GOBIERNO, sea una autoridad sabia e incorruptible, con sentido del derecho y el deber en equidad y en justicia.

Las MEDIDAS DE SEGURIDAD, sean las naturales que solo se produzcan por las rejas de la lluvia y las que cada quien desde su moralidad otorgue a los vecinos. Aplica, mi libertad termina donde comienza el derecho ajeno.

Las FUENTES DE ENERGÍA NATURAL, sean el agua, el sol, el amor, la confianza y la lealtad.

Las ACTIVIDADES ECONOMICAS, se basen en agricultura, pesca, trabajo para todos, a una debida edad, sin mutilaciones al planeta, más que por excepciones de salud. Nada que depreda, para las vanidades.

Los MEDIOS DE TRANSPORTE, sean las carretas tiradas por caballos, aviones empujados por el aire y balsas impulsadas por los peces.

La ARQUITECTURA, sea sencilla, práctica, cómoda sin extravagancias que produzcan ansiedad por competencias y conlleven al delito.

Mis MUEBLES Y UTENCILIOS DEL HOGAR, sean en madera, chimeneas convocantes, vajillas en materiales originales y hojas de plátano para las cenas familiares.

Mi VESTIDO FORMAL, superados los tabús y la competencia de mercados, sean mantas para ellas y guayaberas para ellos en linos de todos los colores. En el mejor de los casos, la desnudez, donde el clima lo permita.

Las FUENTES DE INFORMACIÓN PÚBLICA, sean de nuevo, cartas de sobres que despiertan expectativas, correos de brujas, cuentos, bandos, las cabañuelas para predecir el tiempo.

Los MONUMENTOS, sean todo cuanto me provoque asombro.

Las DIVERSIONES PÚBLICAS toquen el espíritu como admirar el paso de los astros, la música en los deslices de los ríos, el eco, el abrazo de las corrientes del aire en montañas, el tropel de los pájaros en vuelo. Las apuestas al temor ante un animal salvaje, la risa y la carcajada que haga sonreír a otros.

La MONEDA, sea el trueque de bienes e intercambio de servicios.

El ESCUDO sea una vivienda.

La BANDERA sea el planeta en un raso ondeado por el viento.

La RELIGIÓN, sean los humedales y los dioses que los habitaron, para que retornen de las ciudades sus habitantes y que no se les llamen, plagas.

-Todo aquello que provenga de recursos renovables, que vuelvan a ocupar los espacios-.

Rosaura Mestizo Mayorga©


“Diario de piedra” Mari Carmen Azkona

“Espesos hierros, gruesas vigas, escombros por doquier. Un espejo

sin rostros yace ciego ante un cemento-cementerio que avanza…”

Juan Zapato

Diario de piedra

     Soy la guardiana descendiente de los antiguos druidas. Desde los albores de los tiempos, el planeta ha sido habitado por personas destinadas a cuidar del mundo, puesto en las irresponsables manos de los hombres. Somos un pueblo antiguo que vive vigilante ante la llamada de la Madre Tierra. Para nosotros las montañas, ríos y valles son sagrados. De la naturaleza sacamos la magia y la sabiduría que nos permite mantener la energía, sin la cual, la vida, tal y como la conocemos, dejaría de existir.

     Igual que las piedras nos hablan, al paso de los siglos, de antiguas civilizaciones, la Tierra contiene un ingente tesoro por descubrir.

El tiempo,

escultor caprichoso

deja al descubierto

la evolución de la vida,

uniendo, en un instante,

el pasado y el presente,

en un diario de piedra

escrito por la Tierra.

Y así, la vida,

cautiva de las palabras

rompe su silencio.

     El paso del tiempo y la erosión han dejado al descubierto un libro de piedra. Este diario íntimo, escrito por la Tierra, comenzó a escribirse hace millones de años en el fondo del mar. Corales, conchas y minerales son la tinta utilizada para escribir con delicadeza y detalle cada hoja. Entre sus líneas del tiempo aparecen algunos de los capítulos más importantes de la historia natural de nuestro planeta: la extinción de los dinosaurios, el nacimiento de los Pirineos, cambios climáticos… información valiosísima para quien sepa leerla.

     De este modo el planeta nos va revelando la evolución de la vida escondida en su interior. ¿Sabremos encontrar la totalidad del mensaje, valorarlo, descifrarlo? Quizá algún día. Queda aún tanto por saber, tanto por aprender.

Arrancando lascas con un cincel…

la vida,

cautiva de las palabras,

rompe su silencio de piedra.

Mari Carmen Azkona© de su libro “Patchwork”

http://www.edicionesatlantis.com/ficha_libro.php?&id=636

Patchwork


“Facebook”, Carmen Fabre

facebookDa igual el tiempo que llevo aquí, no lo sé.

Solo recuerdo una playa, la arena rascando en mi garganta y chirriando entre mis dientes; al lado un perro moteado con los belfos blancos y mostrando los dientes amenazantes, detrás de él una mano sujetando la correa y una boca humana emitiendo palabras incomprensibles para mí.

La vida en el campamento de refugiados se resumía en estar sola, seguir viviendo y no tener expectativas, las había sustituido por ilusiones que eran más fáciles de eliminar al final de la jornada; así día tras día, trenzando e imaginando, mezclando paisajes de mi aldea y de lo que quedaba por descubrir. Me sentía atada con grilletes en pies y manos a pesar de no notarlos físicamente. El primer mundo, Europa, me había abandonado nada más llegar ahogada en salitre y arena.

Lo primero que olvidé fue mi nombre y origen, aprendí bien la lección que me enseñaron antes de partir:” Nunca digas cómo te llamas, cuál es tu país ni tu edad”

Pasé tan desapercibida que logré imaginar que no tenía cara y pensé: Mientras no tenga rostro, no me verán y seguiré esperando.

Me he puesto un nombre, al final he decidido llamarme FACEBOOK; no sé qué significa pero lo he visto tantas veces en la pantalla del ordenador de la oficina en que me interrogan ,que me atrae.

Mañana seguiré igual, atrapada en mi propio relato.

Carmen Fabre©  http://eseotrotiempo.blogspot.com


“ON/OFF”, Luisa García-Grajalva Bernal

luisa

Ni siquiera merece la pena
encender hoy la vida,
dar al interruptor que ponga en marcha
otro nuevo episodio del absurdo.
Nadie echará de menos,
en este maremágnum,
dos nombres extraviados,
dos intentos estériles perdidos.
Nadie se dará cuenta
de tu ausencia o la mía
mientras el calendario
siga dictando fechas.
Tal vez valga la pena
ignorar por un día tantas causas
y todos sus efectos,
aliviar unas horas este peso
de andar a cuestas con nosotros mismos.
Tal vez así mañana no sepamos
que hemos muerto en algún lugar del mundo.

Luisa García-Grajalva Bernal©


“Un duro oficio”, María Dolores Luengo Cantó

esquinaSu oficio, hacer la calle. No sabía hacer otra cosa. Se había acostumbrado a trabajar la noche, paseando por las aceras bajo el cielo estrellado, hasta el amanecer. Sus clientes, de todo tipo, amables y cordiales o borrachos malhumorados. Su rostro siempre afable les regalaba a todos una sonrisa, a pesar del escaso dinero que recibía por sus servicios.

A veces pasaba horas interminables esperando la llegada de algún asiduo. Otras, por el contrario, tenía que trabajar precipitadamente ante la  coincidencia de varios de ellos reclamando su turno con impaciencia.

La edad iba haciendo mella, ya no tenía la misma frescura que antaño para realizar su tarea.

– Estoy deseando jubilarme, pensó. ¡Ah, se acerca uno!

– ¡¡¡Serenooo!!!

–  ¡¡¡Vaaaaaa!!!

María Dolores Luengo Cantó©


“Visión”, Emilio Porta

borgesCada noche encendía una vela en su interior, tratando de ver con claridad lo que aparecía difuminado. Quería convertir en palabras la niebla, hacer de si mismo algo más que un fantasma entre sombras. Sólo, atado a su borrosa mirada, añoraba la biblioteca de su infancia, los libros heredados de su padre, su juventud leyendo y absorbiendo historias de papel. Recordaba la época en que empezó a escribir, los años en que no necesitaba dictar. En su penumbra, recordaba el tiempo en que podía dibujar las letras con su mano, el tiempo en que era capaz de contar las formas que veía. Y sin embargo, cuando escribió “El Aleph”, supo que había entendido todo el universo. Sin mirar.

Emilio Porta© http://emilioporta.blogspot.com


“Aún es tiempo”, Luisa García-Grajalva Bernal

Toda mujer tiene derecho a vivir una vida sin violencia”.

A partir de hoy publicamos una serie de poemas y relatos cortos que denuncian y exponen diferentes situaciones de violencia contra las mujeres. La expresión de escritoras y escritores que forman parte de la red de escritores “Netwriters” y que tienen algo que decir al respecto.

Cortaré para siempre tu voz, que era bálsamo y se ha vuelto cuchillo. Cortaré, aún entre lágrimas, los lazos que uní a ti y ahora son mis cadenas. Cortaré, de una vez, el tacto de tu piel, que antes me acariciaba y ahora me hace sangrar. Cortaré de raíz mi amor, tu desamor, para impedirme respirar más miedo. Cortaré para siempre tu gris de muerte, antes de que tú apagues el color de mi vida.

Luisa García-Grajalva Bernal©


“Confesiones de silencio”, Ana Obis

Toda mujer tiene derecho a vivir una vida sin violencia”.

A partir de hoy publicamos una serie de poemas y relatos cortos que denuncian y exponen diferentes situaciones de violencia contra las mujeres. La expresión de escritoras y escritores que forman parte de la red de escritores “Netwriters” y que tienen algo que decir al respecto.

Debería estar fregando los platos en lugar de escribiendo esto, decía mientras escondía el bolígrafo y los papeles debajo de la cama. Se sentaba frente al escritorio cuando se oyó la puerta de la calle, un grito y un golpe acompañando su cierre, hicieron que se levantara aprisa de la silla y recogiera rápidamente todas las cosas que podrían descubrir su pecado.

Se colgó su mejor sonrisa, -la única que tenía-  entre dientes y, temerosa bajó discreta la escalera, saludó mientras esperaba la primera palabra aquella que sería el detonante de otro grito.
Los primeros minutos fueron como siempre una falsa muestra de tregua; controlaba por el rabillo del ojo todos sus movimientos, dejaba de hacerlo cuando notaba como su mirada se clavaba sobre ella y esperaba que él dijera que se iba al bar, tal y como solía suceder todas las noches. Era entonces cuando respiraba tranquila unas horas, con un poco de suerte volvería lo suficientemente borracho como para no atinar a pronunciar frases con sentido, como mucho se entendería algún insulto puntual y, atrapado en un esbozo de grito sería tan ridículo que no podría herirla más que mínimamente.

Si no había suerte volvería temprano, intermedio, con el punto exacto para gritar y ser comprensible, con la fuerza precisa para golpear la mesa o el mueble del comedor, para asir cosas y arrojárselas a la cabeza, para acercarse con la mano levantada repitiendo que la iba a matar, mientras ella, que se defendía a gritos también y esquivaba los objetos que volaban, levantaba también su mano y le decía que si tenía intención de pegarle se asegurara de matarla porque si no, no viviría para contarlo.

Nunca lo hizo.

Durante años navegó en aquella vida. Él había dicho tantas veces que no era nadie, tantas veces que no valía para nada, que ella qué presumía de ser tan fuerte vivía presa en el eco de aquellas palabras, y se anuló en el único silencio que podía soportar, el de la omisión.

Mañana dejó de ser importante, lo realmente importante era pasar otro día sin demasiados gritos, malviviendo dentro de la calma. Escribiendo a escondidas y guardando los papeles que si él encontraba, destrozaría sin remedio, porque no podía soportar que ella estuviera por encima de él bajo ningún concepto, ni tan si quiera para escribir sin faltas de ortografía: TE ODIO.

Su gran mérito en la vida fue anularla, ningunearla, humillarla y arrastrar su alma al pozo del desengaño, del miedo y del ostracismo.

Nadie tiene demasiado claro de donde sacó las fuerzas necesarias y el convencimiento para realizarlo, pero una noche como tantas otras, tras uno de aquellos números de golpes, insultos y gritos, a empujones lo llevó hasta la puerta de la calle, hizo que cruzara a patadas el umbral y cerró la puerta tras de él.

(…………..)

Los meses posteriores continuó humillándola, recordándole lo puta e ingrata que era, reprochándole hasta el último detalle. Ella sonreía -con su mejor sonrisa- asía con fuerza su bolígrafo y continuaba escribiendo.

(…………..)

Nunca superó del todo esa sensación de inferioridad.

Sigue defendiéndose de todo aquello que puede sugerir violencia, porque nadie volverá jamás a herirla como entonces.

Aún huye de los afectos gratuitos y no está dispuesta a regalar a cualquiera su amor.

Y sobrevive en un mundo de verdad con su mentira a hombros.

(…………..)

Es más frágil de lo que crees. No seas tú su siguiente maltratador.

Ana Obis© http://elespejo-aspid.blogspot.com/


“Lágrimas de piedra”, Niko K. Irigoyen

Toda mujer tiene derecho a vivir una vida sin violencia”.

A partir de hoy publicamos una serie de poemas y relatos cortos que denuncian y exponen diferentes situaciones de violencia contra las mujeres. La expresión de escritoras y escritores que forman parte de la red de escritores “Netwriters” y que tienen algo que decir al respecto.

Ya no recuerda cuándo la escupió el primer grito, cómo llegó el primer insulto, la primera humillación, la primera paliza. Tampoco recuerda si hubo un motivo, debió de haberlo, supone. Pensar en él es temblar. ¿Cómo pudo enamorarse de ese monstruo? ¿Cómo pudo seguir queriéndole, mintiendo por él y justificando a aquel animal incluso con el labio partido y el pómulo hinchado? ¿Cómo después de haberla forzado? Ella, una mujer fuerte, ¿cómo ha podido dejarse anular hasta este punto? ¿Por qué no salen los gritos? ¿Por qué no surge la furia? ¿Por qué la ira es muda?
No lo sabe.
¿Le quiere? No, ya no le quiere, no sabe cuando dejó de quererle. Le odia y no sabe ya cuando empezó a odiarle. Y el odio es malo, lo sabe.
Sola, en la cocina, hunde el rostro en las manos y llora. Las lágrimas son como piedras y duelen al brotar.
Ayer, al oír la puerta del ascensor y escuchar esa tos y esos golpes en la puerta, no pudo controlar sus esfínteres. Él la miró con desprecio.
Y no quiere que haya otro ayer. ¿De dónde sacará las fuerzas?
Las lágrimas son piedras.

Niko K. Irigoyen©