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“Literatura y realidad”, charla con el escritor israelí Juan Zapato

Haifa


“No es el amor…”, Julia Prilutzky Farny

No es el amor, lo sé, pero es de noche
y yo estoy sola, frente al mar que espera
con las uñas viscosas de sus algas
y el sello de la sal sobre sus piedras:
sin cesar, desde el agua y las espumas
mil ramajes de brazos me recuerdan
que aguardan todavía
tendiéndome su ausencia.
Las mismas olas que devoran barcos,
que van hundiendo mástiles y velas,
tiran siempre de mí
salvajemente
ceñidas, enroscadas, como cuerdas.

No es el amor, lo sé, pero qué importa:
tiene su mismo rostro hecho de niebla
y su temblor febril y su acechanza,
tiene sus manos blandas que se aferran
con dura precisión.
Tiene su misma insólita presencia
con el prestigio de un fulgor pasado
y la futura soledad que empieza.
Tiene sin duda del amor la insidia
y el desgajado abandonar reservas
hasta quedar desnudo
como un árbol reseco.
Tiene el rondar la sangre
como un fantasma hambriento
sobre la inaccesible piel del mundo,
lamiendo inútilmente su corteza,
desesperado, ávido,
con la exacta impaciencia
del querer, del después,
del otoño y la espera.
Y aquel recomenzar desde la bruma
que es su signo quizá.
Y su señal más cierta.

No sé cuándo ha llegado:
es como un viejo amigo que regresa
con el rostro cambiado por los viajes,
las fiebres, el alcohol, las peripecias.
Reconozco sus rasgos,
su voz que ha enronquecido, pero es ésta,
su antigua voz que dice otras palabras
semejantes a aquéllas.
No es el amor, lo sé, y sin embargo
es su paso otra vez, y las caricias
recobran los caminos sin urgencia.
No hay palabras, y puedo estar callada:
todo es tan simple así, tan sin sorpresa
y es tan fácil estar, tan necesario.
No es el amor, tal vez. ¿Y si lo fuera?

Julia Prilutzky Farny©

Nació en Ucrania y se radicó en Argentina a muy temprana edad, adoptándola como su propia patria, como ha sabido demostrarlo a lo largo de su extensa obra poética.
Es una de las más caracterizadas representantes de la generación poética argentina del ’40.
Fundó la revista cultural «Vértice» y en 1941 recibió el Premio Municipal de Poesía por su libro «Intervalo».
En su obra predomina —casi en exclusividad—, el tema del amor, plasmado por los más profundos sentimientos y en imágenes de sutil belleza y originalidad, desde su poemario inicial hasta el último de sus libros.
Su bibliografía en verso data de los siguientes títulos: «Viajes sin partida»(1939), «Intervalo» (1940), «Sonetos» (1942), «Comarcas» (1949), «Patria»(1949), «Canción para las madres de mi tierra» (1950), «El escudo» (1954),«Este sabor de lágrimas» (1954), «Obra poética» (1959), «Hombre oscuro»(1963), «Quinquela Martín» (1974) y «Antología del amor» (1975), que llegó a vender, sólo en Argentina, más de 100.000 ejemplares.


“Cartelera Cultural”

“Mesa redonda Panamericana Escobar”

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Círculo Literario Punta Alta

En el año de nuestro 20° aniversario promoviendo la literatura rosaleña

Gacetilla de Prensa

El Círculo Literario Punta Alta informa a todos sus socios y a la comunidad toda, las actividades que se realizarán en el marco por los festejos de su 20° Aniversario.

Todos los actos serán con entrada libre y gratuita y esperamos que muchos concurran a festejar con nosotros.

Sábado 14 de abril: Comienzo de la semana del 20° aniversario con una cena en el restaurante Azafrán, Bernardo de Irigoyen 371, a las 22 horas.

Martes 17 de abril: Cumpleaños del Círculo Literario Punta Alta. Rondas de Lecturas colectivas, músicos invitados, muestra de arte, exposición de fotos del CILPA y micrófono abierto para que todos puedan leer en el Bar Central, Irigoyen y Humberto, de 18 a 21 horas.

Jueves 19 de abril: Día del Indígena con actividad a cargo de la Subcomisión de Jóvenes del CILPA. Partirán a las 17 horas desde el Bar Central repartiendo poesía indígena a los transeúntes por calle Irigoyen hasta la plaza General Belgrano y vuelven por Rivadavia. Al llegar al Bar nuevamente, ronda de lectura colectiva.

Sábado 21 de abril: Cierre de los festejos en el Bar Central, desde las 17 horas, con la presencia de la Cacique Mapuche Mónica Poroyán quien no sólo realizará una exposición de platería mapuche, sino que nos traerá la premiada película “Espejitos de Colores”, sobre la megaminería (en el contexto de las actividades por el día de la tierra). A las 20 horas se realizará la entrega de premios del III Concurso Literario Nacional “Héctor Pedro Soulé Tonelli”, al que asistirán los premiados desde distintos lugares del país. El cierre de la noche será con una cena de camaradería para todos los presentes.

Agradeceremos enormemente la difusión

Gladys Acha

Secretaria del CILPA

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medula

Desde hoy y hasta el 30 septiembre pueden enviar obras en cualquier formato a: novela@revistalamasmedula.com.ar
Leeremos novelas de todas las extensiones, de todos los países de este mundo y de otros, escritas por autores de todas las edades.
No se trata de un concurso ni de un certamen, por eso no hay bases ni condiciones.
Simplemente estamos tratando de dar con una novela masmedular para publicar.
En noviembre daremos nombre y apellido del Cactus seleccionado en un ágape con Malbec libre.
Más data en www.revistalamasmedula.com.ar o por Twitter: @RevLamasMedula


Nuestra sección: ¿Por qué leo?

No dejes de visitar nuestra sección: ¿Por qué leo? bajo la mirada de Carmen Fabre.


“99 Tesis para comprender a Israel”, Bonhamled

ako.thumbnailNo puedo estar de acuerdo con la desproporción aparente mostrada por Israel en la crisis del Líbano. Desproporción y muertos entre los peones: israelíes, libaneses y palestinos e incluso observadores internacionales; de este ajedrez mundial que se juega en una cuadra de terreno.

Tampoco puedo estar de acuerdo con el sofisma: “Política militar de Israel = gobierno de Israel = sionismo = Pueblo judío”. Se puede negar el primero afirmando todos los demás.

Hay que quien toma esa secuencia al revés y, de esta forma, quien critica la política del gobierno de Israel es tildado de antisemita (por antijudío) sin más, hay que analizarlo con más profundidad para ver si niega el contenido; el pueblo, o solo el continente interino (el gobierno). Por otro lado los israelitas merecen algo más que una continua acechanza, una amenaza de reojo o una guerra en aroma y en ciernes.

Aunque por ahora es lo que hay a la espera de un cambio de orientación de los gobiernos árabes de la zona.

Si alguien quiere ponerse en los zapatos de un ciudadano israelí puede pensar lo siguiente:

viajeros.jpg1. Imagínate que a tu gente no ha sido tratada bien por la historia.

2. Imagínate que incluso en épocas del pasado diferentes pueblos han deseado y puesto en práctica la intención de eliminaros a todos, sin causa que lo justifique.

3. Imagínate que vives rodeado de países que son enemigos.

4. Imagínate que los países con los que tienes frontera, algunos, están en guerra abierta, declarada, contra ti. casi ninguno tiene relaciones diplomáticas y todos son hostiles en mayor o menor medida.

5. Imagínate que un país limítrofe (Siria) tiene pretensiones de adhesión de otro (Líbano) y emplea y azuza el odio contra tu gente, de manera interesada, en una guerra civil larvada desde hace años que ha creado monstruos.

6. Imagínate que un país cercano (Siria) y otro no tanto (Irán) financian a grupos terroristas para acabar con el estado donde vives e incluso planificar el asesinato de tu gente. En una jugada de póker o ajedrez mortal.

7. Imagínate que un país (Irán) manifiesta que una de sus prioridades es la de borrarte del mapa.

8. Imagínate que un país (Irán) está en plena escalada nuclear para amenazarte (y con ello al mundo) y mide sus adelantos en materia militar por los kilómetros que les falta para bombardear Jerusalén con sus misiles nucleares.

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“Tango del Gueto de Varsovia”

“27 de Enero, Día Internacional de Recordación del Holocausto”


“Feichi pünh ta ñi elugemum kütxal–La noche que nos regalaron el fuego”, Cuento mapuche

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“Un poema de Lenin”

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Borrascoso año aquel. Los Huracanes sobrevolaban
El país entero. Se desataban los nubarrones,
Sobre nosotros se precipitaba la tempestad, y el granizo y el trueno.
Heridas
Se abrían en los campos y en las aldeas bajo los golpes del azote terrestre.
Estallaban los rayos, los relámpagos redoblaban violencia.
El calor quemaba sin piedad, los pechos estaban oprimidos
Y el reflejo de los incendios alumbraba
Las tinieblas mudas de las noches sin estrellas

Trastornados los elementos y los hombres,
Los corazones oprimidos por una inquietud oscura,
Jadeaban los pechos en la angustia,
Resecas las bocas se cerraban.
Mártires por millares han muerto en las tempestades sangrientas.
Pero no en vano han sufrido ellos lo que han sufrido y la corona de espinas.
En el reino de la mentira y de las tinieblas; por entre esclavos hipócritas
Ellos han pasado como las antorchas del porvenir.
Con trazo de fuego, con un trazo indeleble,
Ellos han grabado ante nosotros la vía del martirio,
Y en la carta de la vida han estampado el sello del oprobio
Sobre el yugo de la esclavitud y la vergüenza de las cadenas
El frío arrecia. Las hojas se marchitan y caen
Y cogidas por el viento se arremolinan en una danza macabra.
Viene el Otoño gris y pútrido,
Lagrimeante de lluvia, sepultado de barro negro.

Y para los hombres la vida se hizo detestable y opaca.
Vida y muerte les fueron igualmente insoportables,
Les rondaron sin tregua la cólera y la angustia.
Fríos y vacíos y oscuros sus corazones como sus hogares.
Y de pronto, ¡la Primavera! Primavera en pleno Otoño putrefacto,
La Primavera Roja descendió sobre nosotros, bella y luminosa,
Como un presente de los cielos al país triste y miserable,
Como una mensajera de la vida.

Una aurora escarlata como una mañana de mayo
Se levantó en el cielo empañado y triste;
El sol rojo, centelleante, con la espada de sus rayos
Perforó las nubes y se derruyó la mortaja de la bruma.

Como el fuego de un faro en el abismo del mundo,
Como la llama del sacrificio en el altar de la naturaleza,
Encendido para la eternidad por una mano desconocida,
Trajo hacia la luz a los pueblos adormecidos.

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“Cartelera”

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GRUPO LITERARIO TARDES DE LA BIBLIOTECA SARMIENTO

Más de 50 Años de poesía con la gente

Era 1958 y el país se debatía entre los contras y los pro, entre el desarrollo y la decadencia, entre los libros y las alpargatas. En Villa Dolores, la tarde de los sábados, la nueva Biblioteca Sarmiento, recibía a un grupo de poetas que querían hacer resonar los versos en las Tierras del Por Venir. Lideraba el grupo un maestro inquieto llamado Oscar Guiñazú Alvarez. 

El 28 de agosto (1958) de aquel año, el grupo se constituyó en una entidad cultural y eligió un nombre: Tardes de la Biblioteca Sarmiento. Lo integraban además los poetas Pedro Asdralio Carreras de la Serna, Horacio Figueroa, Carlos Antonio Garro, Enrique Lacaze, Mario Pagura, Salomón Sabas, Albino Suárez Gómez, Cristóbal Tello Luján y Rafael Horacio López (que aun hoy nos acompaña con vigor admirable junto a su esposa Lita).El grupo tenía algunos principios: promover la lectura y la escritura, sobre todo de poesía, y realizar actos culturales gratuitos, que permitieran la participación de los vecinos en general.

Encuentro legendario

afiche_poetas_webafiche_poetas_webLos objetivos se fueron cumpliendo. El empecinamiento feliz de Guiñazú Alvarez derivó en enero de 1962 en el Primer Encuentro de Poetas, que duró un día y recibió a seis visitantes. Cada año, la idea fue creciendo a medida que la noticia corría por el país. El evento pasó a octubre, mes con más escuelas y menos calor. En 1968, con la chilena Olga Villanueva, el Encuentro se hizo internacional. Así, el evento más importante de la región recibió a escritores de casi toda América Latina. Guiñazú ya se había convertido en el inventor de una modalidad cultural que luego comenzaría a ser imitada en el país y en América del Sur, lugar donde se reconoce al de Villa Dolores como el lugar donde comenzaron los encuentros de poetas. Quienes hemos heredado aquella antorcha, tenemos el honor y el desafío de hacer que su fuego siga brillando.

El hoy

Oscar Guiñazú Alvarez nos dejó en 1996. Y como la institución era él, a quienes quedamos nos costó mantener el fuego. Hoy el Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento trabaja intensamente. Además del Encuentro ya legendario, organiza semanalmente todos los días jueves un Café Literario entusiastamente concurrido, presenta libros, realiza publicaciones, actos diversos, intervenciones y mantiene un blog que invitamos a visitar donde encontraras las actividades culturales que realizamos:

http://grupotardesdelabibliotecasarmiento.blogspot.com/


“Centinelas de la Tierra”

Primera antología mundial de Ecopoesía

Producto de nuestro I CONCURSO MUNDIAL DE ECOPOESIA, desarrollado el año pasado,recientemente presentamos el libro CENTINELAS DE LA TIERRA, primera antología mundial de ecopoesia, publicado por POETAS UNIVA, en cuyas páginas contiene las creaciones de 100 ecopoetas, seleccionados como finalistas. El libro fue presentado en el marco del III FESTIVAL MUNDIAL DE ECOPOESIA 2011 «Ecopoesìa: raíz y voz de la tierra», que realizamos del 14 al 17 de julio en la ciudad de Tumbes – Perú.

univa


tapa_013_chica«Encontrarte Musical» es un e-zine (revista electrónica en formato archivo PDF) de publicación bimestral que tiene como objetivo principal brindar -de manera gratuita– contenidos de calidad e información clasificada útil a los distintos actores relacionados al mundo musical permitiéndoles, además, difundir sus actividades. Es un espacio gratuito de encuentro y difusión de la música en sus diversos géneros, que vincula a músicos y cantantes,docentes y alumnos, luthiers, institutos, conservatorios, comercios especializados, salas de ensayo,estudios de grabación, locales y fanáticos de la música.
El primer número salió en Enero de 2008 y actualmente contamos con cerca de 1697 suscriptores pertenecientes a la Argentina, España, Colombia, Chile, México, Costa Rica, Paraguay, Perú, Venezuela, Alemania, Bolivia, Honduras y Uruguay.

Suscripción

Si quieres recibirla bimestralmente en tu casilla de e-mail envía un mensaje en blanco a: suscrip@encontrarte-musical.com.ar


“Mi Kipur”, Roberto Sánchez Soria

Las seis de la mañana, el Sol amanece tardío y tímido como ocultando su sombra.

No es día de trabajo, pero me he levantado igual temprano.

No es un día común, ya se percibe una atmósfera especial.

Desde la ventana veo pasar los primeros hombres camino a algún templo, no se observa nada más. El fresco de la mañana estremece mis papilas, es otoño.

Delante todo por hacer, o no.

Cada uno lo vive como cree, como quiere o como puede.

Me dejo llevar por el sensualismo, intento la búsqueda de unos instantes que llenen de paz mi cabeza y mi corazón. Esa placentera Paz que posee un niño mientras duerme.

Salgo a la calle y me dirijo al Mar, para inundar con la brisa de sales los sentidos. Las calles semivacías traen a mi memoria los días pasados de la Guerra, los días perdidos, las vidas perdidas. La aventura del Hombre retando al destino. El destino, palabra engañosa con que la Ignorancia gobernara a la Pureza.

Y Yo aquí, debatiéndome con mi laborioso cerebro, entre el Todo y la Nada filosóficos hechos trizas. Las preguntas sin respuestas que abandonadas quedaron en el camino de los deseos y el vacío de las palabras.

Y yo también me pregunto ¿qué es el Hombre? El fruto del Amor, madurado por El creador de las cosas o la manifestación de su libido.

Permanezco unos instantes con los ojos cerrados, apoyo mi mano sobre las sienes tratando de hallar esas figuras destellantes, que se asemejan a las de un calidoscopio y me relajan.

Las voces de mis padres olvidadas.

Los abro, reposo mi mirada en el mar.

Emprendo la vuelta a casa, mi mujer y mis Hijos me esperan.

Y D’s esperando de mi un guiño.

Roberto Sánchez Soria©

Publicado originalmente  en “Israel Latina”®, Octubre de 2006


“Literatura de Viajes”

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Para recibir el suplemento gratuito de “Literatura de Viajes”, sólo debes completar el formulario de suscripción por correo electrónico y lo recibirás en tu casilla de correos en archivo PDF, como así también todas las publicaciones de “La Torre de Babel” inmediatamente subidas a la red. Gracias, Juan Zapato.


“Le Ballon Rouge”, Albert Lamorisse. Parte 3/4


“Ficción la Revista”

Los invito a recorrer las páginas de este nuevo emprendimiento del amigo escritor Saúl Álvarez Lara, cliqueando en la imagen.

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“Vendo zapatos…”, Ernest Hemingway

Vendo zapatos de bebé, sin usar.

Ernest Hemingway©


“Los Cuerpos”, Matilde Casazola

I

Amo mis huesos
su costumbre de andar rectos
de levantar un semicírculo
para abarcar el cielo
de encadenarse en filigranas diminutas
para favorecer el movimiento;
amo mis huesos con sus curvas
sus salientes
y sus cuevas profundas.

Si hubiera sido insecto,
también hubiera amado mis antenas
como amo ahora mis ojos con sus cuencas
y mis manos inquietas
y toda esta estructura
en la cual vivo
en la cual soy completa.

Y le doy gracias al discutido Dios
de creación perfecta o imperfecta
de existencia absoluta
o no existencia,
le doy gracias
en uso
de mi cuerpo y su esencia.

Al menos, comprendo su intención:
sé que era buena.

Matilde Casazola©


“El café y los ausentes”, Homero Carvalho

Para María Esther Antelo e Isabel Velasco
que conocen del ritual de las palabras

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Alrededor de una taza de café
humeante y fraterno como las antiguas fogatas
discurre la tarde
la tarde que se repite eterna 
mientras apalabramos los caminos
y sentimos que amistad es una palabra compartida.

Las multitudinarias palabras
van y vienen, asombran y aclaran,
y bautizadas con ellas se siente
la presencia de los ausentes
los que se fueron participan del diálogo
acudiendo solícitos a nuestra memoria
trayéndonos las imágenes olvidadas.

Alguien llega a la mesa
y pide otro café negro
sin saber que, junto con él,
vienen sus muertos queridos
y aporta con las palabras que faltaban
para hacer de la reunión
un acontecimiento que, un día después,
olvidaremos para empezar de nuevo
el antiguo ritual del fuego
y las palabras alumbradas.

Homero Carvalho©


“Lohamei Hagetaot: la voz del gueto de Varsovia”, Ricardo Coarasa

A sólo unos kilómetros de la frontera con El Líbano, en la Galilea Occidental que mira al Mediterráneo, se encuentra Lohamei Hagetaot, el kibbutz de los supervivientes del gueto de Varsovia. Habían logrado esquivar la barbarie nazi, pero tan importante como estar vivos y mirar decididamente hacia el futuro era perpetuar la memoria de los que se quedaron por el camino, luchar para que el Holocausto no se perdiese en los meandros del olvido.

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«No quise olvidar. Es importante no hacerlo, pero no para enfangarme en el pasado, sino para mirar hacia el futuro». Quien así habla es Havka Raban, 84 años, aparentemente una mujer frágil vencida por la vida. Pero nada más lejos de la realidad. Havka es una de las últimas supervivientes del Gueto de Varsovia. Una mujer dura como un pedernal, una heroína en toda regla con la memoria intacta y la palabra certera. Nacida en Varsovia, tras la invasión nazi se integró en los grupos de resistencia del gueto en 1941. Trabajaba como mensajera entre los distintos guetos. Pasaba de Varsovia a Cracovia con identidad falsa con diarios clandestinos que alimentaban la resistencia de los judíos polacos.
En 1942, sus compañeros partisanos colocaron una bomba en la cafetería Cyganeria, frecuentada por oficiales de la SS. A ella no le dejaron participar, pero esperó a los autores del atentado en un piso franco «con comida caliente». Alguien les delató y los arrestaron a todos. Condenada como colaboradora, fue trasladada a Auschwitz, donde le raparon y le tatuaron el número que todavía luce en su brazo izquierdo. Se adentró durante dos años «en un mundo que no es mundo». «No olvidaré nunca el olor a carne quemada ni el humo que salía de las chimeneas de los crematorios», confiesa con una entereza que paraliza. Terminada la guerra, fue canjeada por prisioneros alemanes en Suecia a través de Cruz Roja Internacional. Cuatro años después, se convirtió en una de las fundadoras de este kibbutz. «La idea surgió en el gueto, cuando empezamos a pensar en la insurrección y en que los que sobreviviéramos creásemos una comunidad en Israel», recuerda. Havka se deja fotografiar, enseña su número tatuado con el orgullo de quien ha mirado cara a cara a la muerte y ha vivido para contarlo. Sigue residiendo en el kibbutz y cualquiera que se acerque hasta allí debería tener el privilegio de escucharla.

Un kibbutz contra el olvido
Havka, como otros cuarenta partisanos y sobrevivientes del Holocausto (la mayoría proveniente del gueto de Varsovia), se asentó aquí en abril de 1949. Con el empeño de preservar la memoria del dolor (tan necesaria para no reincidir en la ignominia) juntos levantaron el primer museo que se edificó en el mundo sobre esa gran tragedia. Visitarlo hoy es una deuda pendiente para cualquiera que piense que mantener viva la memoria es el único antídoto para no repetir las páginas más desoladoras de nuestra historia.
Todo gira en torno a la Casa de los Combatientes del Gueto (Beit Lohamei Hagetaot). A simple vista, lo primero que sorprende al viajero es un imponente acueducto que parece proteger al museo. Fue construido hace casi 200 años por los otomanos para abastecer de agua a los habitantes de San Juan de Acre (Akko) desde los manantiales de Kabri. A su lado, un anfiteatro con capacidad para 15.000 personas ahora vacío, donde cada año se conmemora el Día del Recuerdo del Holocausto.
Las salas del museo se recorren con el estómago atenazado y el corazón triste. El visitante tiene ante sí, por ejemplo, el cubículo donde fue juzgado a principios de los 60 Adolf Eichman, el responsable de que los trenes que llevaban a los judíos a la muerte no se detuvieran. El Mossad, los servicios secretos israelíes, le siguieron los pasos durante más de diez años. Se había refugiado en Argentina bajo la identidad de Ricardo Clemen, pero finalmente fue capturado y en mayo de 1960 llegó a Tel Aviv para ser juzgado. Muchos de los testigos que declararon contra él vivían en el kibbtuz Lohamei Hagetaot. Para el pueblo de Israel fue una especie de exorcismo: una cuarta parte de la población era superviviente de la Shoa (el término hebreo que define el Holocausto).

Dejadme seguir siendo niño
Lohamei Hagetaot está lleno de frases que te llegan al corazón con la fría precisión del horror. El Museo de los Hijos de Yad Layeled habla a los niños del Holocausto. ¿Están nuestros pequeños preparados para entenderlo? El recinto, un enorme cilindro de hormigón, se recorre en sentido descendente. Es un viaje en el tiempo a través de los guetos, de la atmósfera opresiva del nacismo y un homenaje, a la vez, al millón y medio de niños que sucumbieron a la barbarie. «Nunca habría querido crecer. Es cien veces mejor seguir siendo un niño», se lee en una de las paredes. Una reflexión entre un millón de esos niños a los que el Holocausto no dio opción de añorar su niñez.

Fotos y texto: Ricardo Coarasa Artigas©

PD: En el momento de escribir estas líneas los obituarios de los periódicos informan de la muerte, a los 97 años, de otro superviviente del Holocausto, Jacques Stroumsa, “El violinista de Auschwitz”, a quien tuve el honor de conocer y escuchar en Jerusalén, gracias a la amabilidad de Casa Sefarad de España, hace ahora un año. Vaya desde aquí mi homenaje sincero a un hombre extraordinario, sobre el que VaP escribirá más adelante el reportaje que se merece.

Fuente: http://www.viajesalpasado.com/?s=lohamei&x=15&y=12


“La última batalla de Agustín Tosco”, Vicente Zito Lema

A tan sólo días del próximo 1º de Mayo es bueno recordar a un luchador, Juan Zapato

 

tosco_04 Para unos era de la estirpe de Ícaro, o de Prometeo. A otros les parecía la versión laica de Juan el Bautista y, al igual que éste, halló la muerte bajo el reinado de una oscura bailarina. Esto aconteció el 4 de noviembre de 1975, hacen ya veinticinco años cuando, estando en la clandestinidad, fue víctima de una dolencia que en circunstancias normales hubiera sido fácil de tratar. Entonces la persecución, las calumnias, los intentos de asesinato cedieron paso a algo peor: el olvido.

Hoy, cuando la tierra de promisión parece más lejana que nunca y el pueblo argentino busca a los tumbos su perdido camino en el desierto, resultan necesarias las voces de aquellos que, como Agustín Tosco, nunca callaron. El Gringo, como lo llamaban sus compañeros, había nacido en el sur de Córdoba, Coronel Moldes, el 22 de mayo de 1930.
El mismo y con palabra clara contará su historia inicial: "Mis padres eran campesinos y yo trabajé junto a ellos desde chico una parcela de tierra. Después de cursar el colegio primario me trasladé a la ciudad e ingresé como interno en una escuela de artes y oficios. Allí se discutía mucho y el diálogo permanente me incitaba a profundizar la lectura. Siempre me gustó leer… En mi propia casa con piso de tierra y sin luz eléctrica me había construido una pequeña biblioteca precaria pero accesible. Corría la liebre. Tan sólo al cumplir la mayoría de edad conseguí incorporarme a Luz y Fuerza como ayudante electricista. Por aquella época ya había adquirido conciencia de los conflictos sociales y había decidido también tomar partido de mi clase. A los 19 años había sido elegido subdelegado y a los 20 ascendí a delegado".

De ahí en más no habrá peligros, horarios ni claudicaciones. Vestido siempre con su mameluco azul de trabajo escribirá las mejores páginas de la lucha sindical en la Argentina, haciendo de la honestidad un culto, de la ética una guía para la acción y de la humildad su modo natural de vida.

Símbolo del Cordobazo una de las mayores gestas populares del siglo, prisionero de las dictaduras, ejemplo aun en el cansancio, en la desorientación o en la peor desventura, colocando al servicio de los demás un enorme coraje personal y esa férrea voluntad con que se transforma la realidad. Veía el socialismo como un camino para la construcción del hombre nuevo y la nueva sociedad. Como pocos luchó para que así fuera.

Tuvo la pasión de los convencidos, la fraternidad de los justos y alcanzó, sin dejar de ser nunca un trabajador, el más alto grado de conciencia crítica que en su tiempo se pudo lograr. Mirándonos en él, nadie se animará a pensar que la clase obrera argentina come vidrio.

La conversación había entrado en lo personal y dio pie a la última pregunta, pertinente para aquellos tiempos donde los destinos trágicos se habían convertido en una cotidianeidad: ¿cómo quisiera morir y cómo no quisiera?

Contestó casi sin respirar, pareció que las palabras las tenía siempre en la punta de la lengua: "El marxismo dice que la muerte es necesaria. Yo no me planteo cómo tendré que morir, creo que mi fin será consecuente con mi lucha, no sé en qué circunstancia. Lo importante es morir con los ideales de uno. Ahora, no me gustaría morir habiendo traicionado a mi clase".

Nos despedimos en el viejo bar de la calle Córdoba sin decir más, bastaba el apretón de manos. Me dejó una vez más la impresión de que nunca moriría. Y mientras caminaba hacia mi casa, yo por entonces vivía en el Bajo, recordé lo que me había contado un compañero. De todas las historias sobre Tosco era la más hermosa y acaso la que lo retrataba de cuerpo entero, justificando con creces esa sensación de respeto que sentía por él, y que nunca había sentido, así tan profunda, por nadie.

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“Una paradoja”, Laura Tremosa

laetus El añorado catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, Enrique Freixa Pedrals, gustaba de las paradojas, y no sé a cuenta de qué, en una clase sobre el motor diesel nos habló de la paradoja de Jevons. Casi la había olvidado cuando la oí citada por un ecologista.
Williams Stanley Jevons fue un personaje británico, nacido en 1835 y en parte autodidacta, que llegó a ser catedrático de política económica del londinense University College. Según la Wikipedia, fue pionero en la aplicación de las matemáticas en el pensamiento económico y construyó una máquina mecánica a la que se llamó el “piano lógico” y que puede considerarse el primer precursor de los ordenadores.
Pero volvamos a la paradoja de Jevons. Lo que plantea el economista británico decimonónico es que al aumentar la eficiencia en el consumo de un combustible o materia prima disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del mismo, lo que provoca un incremento del consumo global. Jevons se refería a las implicaciones de la dependencia de la economía inglesa al carbón, concluyendo que la supremacía global de Inglaterra de aquel momento era transitoria debido a que estaba basada en un consumo creciente de un combustible que era finito.
¿Se equivocaba Jevons?
Quizás, pero lo que sí es cierto es que la producción de carbón en Gran Bretaña tuvo su cénit en 1913 y fue pocos años después cuando empezó a decaer esa supremacía global de la que hablaba el economista británico, mientras el petróleo adquiría cada vez más importancia y paralelamente EEUU tomaba la alternativa como potencia global.
Ahora nos encontramos que si en lugar del carbón ponemos petróleo, la paradoja podría ser aplicada en el momento actual y vendría a decir que cuanto más eficientes sean los equipos que consumen petróleo, los ahorros sólo serán aparentes porque a largo plazo provocarán un incremento del consumo global. A automóviles más eficientes (menores consumos de gasolina) más automóviles en las carreteras.
La verdad es que a pesar de los esfuerzos aplicados en el ahorro energético, la demanda de energía no ha hecho más que crecer. Y a esto hay que añadir lo que Tom Blees, presidente del Science Council for Global Initiatives, afirma en su libro Prescription for the Planet: si se tiene en cuenta que la mayoría de la gente en el mundo utiliza hoy sólo una fracción de la energía utilizada por los países desarrollados, uno podría fácilmente anticipar un mínimo de triplicación de la demanda en el 2050 debido a los esfuerzos de los países en desarrollo por tratar de mejorar su nivel de vida.
¿Será que la eficiencia energética, de la que tanto se habla, no es más que un espejismo?
En algún bloc informático de Internet leí un comentario que me hizo reflexionar al respecto. El autor comentaba que los ordenadores cada vez han ido siendo más potentes, de forma que actualmente se dispone de mucha más capacidad de la necesaria para la gran mayoría de aplicaciones. En su opinión, lo que estaba ocurriendo es que, respecto al software, se ha perdido la preocupación por la eficiencia de su código, de forma que la mayor eficiencia del hardware ha sido absorbida por la ineficiencia del software. Como es más barato el hardware que las horas de programador, los fabricantes de ordenadores pueden así ofrecer precios más bajos y aparentemente potencias más elevadas.
¿Es posible que en el caso de la energía esté ocurriendo algo parecido? Eficiencia por una parte e ineficiencias por otra. Ineficiencias podrían ser, a semejanza de las potencias excesivas de los ordenadores, la creación de productos y usos artificiosos. Visto así, lo que vale para la energía podría valer también para muchas otras materias primas.
No me negarán que la paradoja de Jevons da para reflexionar más de lo que parece.

Laura Tremosa©. Fuente: http://laetus.over-blog.es/


“Llamado por los malos poetas”, Rodolfo Fogwill

Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas
malos. Dos, cien, mil malos poetas
se necesitan más para que estallen
las diez mil flores del poema.

Que en ellos viva la poesía,
la innecesaria, la fútil, la sutil
poesía imprescindible.

O la inversa: la poesía necesaria,
la prescindible para vivir.

Que florezcan diez maos en el pantano
y en la barranca un Ele, un Juan,
un Gelman como elefante entero de cristal roto,
o un Rojas roto, mendigando
a la Reina de España.

(Ahora España
ha vuelto a ser un reino y tiene Reina,
y Rey del reino. España es un tablero
de alfiles politizados y peones
recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).

Y aquí hay torres de goma, alfiles
politizados y damas policiales
vigilando la casa.

A la caza del hombre,
por hambre, corren todos, saltan
de la cuadrícula y son comidos.

Todo eso abunda: faltan los poetas,
los mil, los diez mil malos, cada uno
armado con su libro de mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela en preparación.

Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos faltan.

No es la muerte del hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas. Que florezcan
cien millones de tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina, ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis, escolios,
tiempo perdido como todo.

Se necesitan poetas gay, poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión del género,
poetas que canten al hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al arte y a la industria,
a la estabilidad de las instituciones,
a la mancha de ozono, al agujero
de la revolución, al tajo agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a la guerra
entendida como continuidad de la política,
del comercio,
del ocio de escribir.

Se necesitan Betos, Titos, Carlos
que escriban poemas. Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para poetas,
anagramas, seudónimos y contraseñas
para el chat room del verso se necesitan.

Una poesía aquí del cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones de lectura de versos.

Una poesía por las calles (venid a ver los versos por las calles…).

Una poesía cosmopolita (subid a ver los versos por la web…).

Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver poesía en el pesebre del amor…).

Una poesía explosiva: etarra, ética,
poéticamente equivocada.

En los papeles, en los canales
culturales de cable, en las pantallas
y en los monitores, en las antologías y en revistas
y en libros y en emisiones clandestinas
de frecuencia modulada se buscan
poetas y más malos poetas:
grandes poetas celebrados pequeños,
poetas notorios, plumas iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el alcohol,
descerebrados por la droga,
hipnotizados por el sexo
idiotizados por el rock,
odiados, amados por la gente aquí.

En las habitaciones se buscan.
En un bar, en los flippers,
en los minutos de descanso de la oficina,
entre dos clases de gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.

¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los baños
públicos que han comenzado a construir?
¿En los certámenes de versos?
¿En los torneos de minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?

No es el fin de la historia, es
el comienzo de la histeria lingual.

Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que necesito, necio:
quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acaricies con sus ripios,
que me turbes la mente con otra idea banal,
y que me bañes todo con la trivialidad del medio.

Y en medio del camino, en el comienzo
de la comedia terrenal, quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.

Se necesitan nuevos sentimientos,
nuevos pensamientos imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio, causas
para temer, para tener,
aquí en el sur.

Y arriba España es un panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un Rey.

Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua pronunciando la eñe
y su mojada espada pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.

¡Ay, lengua: aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!

Rodolfo Fogwill©