Archivo de la categoría: Cuentos para niños

“Lo que leen los Simpson”

En el “Club del Libro de Lisa” puedes encontrar todos los libros que aparecen en Los Simpson. Especialmente aquellos que lee Lisa Simpson. Entre los títulos seleccionados se encuentran desde “Tintín en París”, “Harry Potter”, “La Teoría de la evolución” de Darwin, Agatha Christie, “Hojas de hierba” de Walt Whitman y muchos más.

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“Venganza inocente”, Dolores Espinosa

El pequeño baja todos los días a la playa portando dos diminutos cubos. Se acerca a la orilla, recoge agua, sube hasta donde se encuentra la arena seca, tira el agua, regresa a la orilla y vuelve a repetir todo el proceso. Una y otra vez. Durante toda la tarde. Incansable.
Si alguien le pregunta qué hace, él responderá sin detenerse:
-Seco el mar.
Si ese alguien le inquiere sobre el por qué, el pequeño se detendrá, mirará fijamente al inquisidor, y responderá:
-Porque él se llevó a mi papá.
Y aferrando con fuerza sus pequeños cubos, continuará, tenaz e infatigable, con su fútil venganza.

Dolores Espinosa© http://testamentodemiercoles.blogspot.com/


“Feichi pünh ta ñi elugemum kütxal–La noche que nos regalaron el fuego”, Cuento mapuche

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“Una voz en nochevieja”, Ignacio García-Valiño

sidecarPara empezar el día con buen pie, nada como un buen cepillado de zapatos. Eso es lo primero que hacía Moncho Pompa al levantarse. Los zapatos le miraban desde una esquina con sus enormes bocas oblicuas y abiertas pidiendo comida. Aún en pijama, sacaba su maletín y les daba su ración. Después, él y su periquito se desayunaban con cereales. Entre cucharada y cucharada leía las ofertas de trabajo del periódico. Vivía con su pájaro en un ático de Atocha y le quedaban dos meses para agotar la herencia de su madre. Ella había muerto de un infarto agudo en Navidad; en un par de meses haría tres años de aquello. Si no encontraba pronto un empleo se vería en apuros.
 
Confiaba en su buen currículum. Había dejado los estudios de secundaria, pero a cambio había podido leer más de mil libros con los que había reunido una estupenda biblioteca con las estanterías hechas por su propia mano. También había construido una trirreme griega con palillos, una orquesta sinfónica de músicos con cáscaras de huevos vacíos y un escenario de papiroflexia. Además de dar lustre a los zapatos como nadie, sabía leer en braille, contar cuentos de los que hacen llorar, poner bonita una casa, borrar de los pies cien caminatas con un masaje, recitar un poema al derecho y al revés, preparar recetas de cocina japonesa y otras labores de indudable utilidad con las que contaba para encontrar un empleo. Y estaba motorizado: tenía un imponente sidecar.
 
Se presentó temprano en un local de las afueras en el que buscaban a un repartidor de pizzas. Él era el único candidato. El entrevistador, un tipo delgado con mostacho prusiano, lo hizo pasar a un minúsculo despacho dividido en dos por una mesa atestada de papeles y ceniceros rebosantes de colillas. Ocuparon así sendos extremos del despacho. El prusiano le explicaba las exigencias del repartidor de pizzas que querían para el local recién abierto, y mientras tanto, Moncho Pompa asentía y miraba alternativamente a su rostro y al retrato caricaturesco que tenía justo encima de la cabeza el prusiano, y se regocijaba para sus adentros constatando el insólito parecido, cómo había captado el artista la desproporción de sus bigotes que saltaban como un cepillo de cuerdas de cerda, la curvatura muequeante de la boca, la forma apepinada de la cabeza y ese inequívoco aire de tonto de capirote. Se dio cuenta de que el dibujo era el modelo natural y la cabeza parlante era la caricatura.
 
Llevó su primer pedido a las diez de la mañana. Le picaba la curiosidad por conocer a un individuo que se desayunaba con pizzas, y con estos pensamientos se entretenía conduciendo su sidecar.
 
Llamó al timbre y esperó. Tardaron varios minutos en abrir. En la puerta apareció una mujer joven en camisón, medio dormida, pestañeando y deslumbrada por la luz. Moncho Pompa puso la mejor de sus sonrisas, aunque no estuvo seguro de haber dado con la adecuada:
 
―Sus Cuatro estaciones, señorita.
 
Ella bostezó silenciosamente, lo miró como a través de brumas y retrocedió tambaleándose por el sueño. Moncho esperó un rato más a que volviera con el dinero, pero la mujer no aparecía.
 
―¿Señorita? ―se adelantó al umbral―. ¿Señorita?

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“En una cajita de fósforos”, María Elena Walsh

 

María Elena Walsh

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Un rayo de sol, por ejemplo.
(Pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra).

Un poco de copo de nieve,
quizás una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada una lágrima,
y nadie, por suerte, la ve.
Es claro que ya no me sirve.
Es cierto que está muy gastada.
Lo sé, pero qué voy a hacer,
tirarla me da mucha lástima.

Tal vez las personas mayores
no entiendan jamás de tesoros.
“Basura” dirán, “Cachivaches”,
“No sé por qué juntan todo esto”.

No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolín, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas que no tienen mamá.

María Elena Walsh©


“Trasgo”, Georgina Elena Palmeyro

trasguTrasgo es el nombre genérico de un duende familiar, bien conocido en casi toda España aunque con algunas variantes en el nombre. Trasgu en Cantabria y Asturias, Trasno en Galicia, Follet en Cataluña.

Según la tradición, estos pequeños seres, habitantes de un mundo mágico, viven en los castros, en los bosques y en las casas.

En la mitología gallega también pueden recibir el nombre de Trasgos, diaños, tardos, etc. En una tierra de hadas, «mouras», santos milagreiros (milagrosos)… brujas (haber, hainas), no pueden faltar estos pequeños y polivalentes seres que tanto pueden ejercer como «demonios pequeños» o como «duendes inofensivos».

Y como en todo, en el mundo mítico gallego también hay jerarquías y los «demos» se dividen en varias clases:

1º.- Los que viven en la atmósfera, o «demonios del aire» (demochiños, nubeiros, tronantes), producen miedo a través de fenómenos raros y atmosféricos.
2º.- Los que viven en la tierra: Trasgos, trasnos, se burlan de las personas normalmente de forma inocente.
3º.- Los que viven en el Infierno: Satanás y los Diablos Mayores, que tientan al hombre buscando su perdición.

En Galicia, el trasno es considerado un duendecillo doméstico carente de poder para hacer daño, salvo asustar.

Vuelcan jarras de leche, hacen ladrar a los perros, dan portazos… pero si se les trata bien, lo arreglan todo y colocan las cosas en su sitio. Se dice que muchas veces aunque son invisibles para los adultos, los niños pequeños y los animales si pueden verlos.

De espíritu inquieto, no abandonan la casa donde habitan a menos que los humanos se trasladen de residencia, entonces ellos también andan de mudanza: «»Xa que todos vais de casa mudada, tamén veño eu coa miña gorra encarnada».

Parece claro el origen indoeuropeo del trasno, ya que con diferencias mínimas lo encontramos por toda la cornisa atlántica y mediterránea de Europa.

Características:
Pequeño, delgado, ojos de fuego, con un agujero en la mano, cojo, uñas muy largas. Vestido con una casaquita y gorro rojos.
Posee cuernos.

Para deshacerse de él es necesario pedirle que haga algo en lo que fracase y se sienta descorazonado. En general son cosas parecidas, varían según la zona.
En Asturias se le pide que traiga un «paxu» de agua en la mano y esta se le escurre por el agujero. En la Mariña lucense es el maíz lo que se le escapa por «la mano furada»

Georgina Elena Palmeyro©


“Literatura de Viajes”

LiteraturadeViajesmini

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“Raoui”, Souad Massi

 

Cuenta, cuentacuentos,
cuenta una historia, una leyenda.
Háblanos de la gente de antaño,
de Loundja, la hija de la ogresa,
y del hijo del sultán.

Comienza por «érase una vez»,
ofrécenos sueños.
Comienza por «érase una vez».
Cada uno de nosotros
tiene una historia en el fondo del corazón.

Cuenta, olvida que somos mayores.
Como si fuéramos niños,
queremos creer en todas las historias.
Háblanos del paraíso y del infierno,
del pájaro que jamás ha volado.
Danos el sentido de la vida.

Cuenta como te han contado,
sin añadir, sin quitar.
Ten cuidado, existe una memoria.
Cuenta, haz que olvidemos nuestra realidad.
Abandónanos en ese «érase una vez».


“Le Ballon Rouge”, Albert Lamorisse. Parte 4/4


“Le Ballon Rouge”, Albert Lamorisse. Parte 3/4


“Le Ballon Rouge”, Albert Lamorisse. Parte 2/4


“Le Ballon Rouge”, Albert Lamorisse. Parte 1/4


“Drume negrita”, Bola de Nieve


“El tigre enfermo”, Marcelo Birmajer

Un tigre que cuando cachorro había sido capturado por humanos, fue liberado luego de varios años de vida doméstica.

La vida entre los hombres no había menguado su fuerza ni sus instintos; en cuanto lo liberaron, corrió a la selva.

Ya en la espesura, sus hermanos, teniéndolo otra vez entre ellos, le preguntaron:

—¿Qué has aprendido?

El tigre meditó sin prisa. Quería transmitirles algún concepto sabio, trascendente. Recordó un comentario humano: “Los tigres no son inmortales. Creen que son inmortales porque ignoran la muerte, ignoran que morirán”.

Ah, pensó el tigre para sus adentros, ése es un pensamiento que los sorprenderá: no somos inmortales, la vida no es eterna.

—Aprendí esto —dijo por fin—. No somos inmortales, sólo ignoramos que alguna vez vamos a…

Los otros tigres no lo dejaron terminar de hablar, se abalanzaron sobre él, le mordieron el cuello y lo vieron desangrarse hasta morir.

—Es el problema de los enfermos de muerte —dijo uno de los felinos—. Se tornar resentidos y quieren contagiar a todos.

Marcelo Birmajer©


“10 Haïkais y un soneto”, Álvaro Yunque

PALABRAS

Sangre que brotas
De esa mortal herida
Que es nuestra boca.

FE

¿La noche es negra?…
¡Con pensar en la aurora
Que va a encenderla!

CARICIAS

Blandas caricias:
Entretenéis el hambre
Con agua tibia.

TRIUNFAR

¿Qué es triunfar?:
¿No ser agua de lluvia
Que cae al mar?

VERTICAL

La vida es lucha:
Al hombre de rodillas
nadie lo empuja.

CURVAS

Para ti, Ideal,
Mi vida que era círculo
Se hizo espiral.

ODIO Y AMOR

Odio es amor:
El agua, odiando, es hielo;
Ama, es vapor.

SER HOMBRE

Ser hombre es ser
Un dedo de la mano
Y no del pie.

OTOÑO

Hojas de abril,
A volar aprendisteis
Para morir.

POETA

Es ser poeta:
Tener alma de viento,
No de veleta.

SOLIDARIDAD

No hay hombres islas.
Aún el más solitario
Siempre es península.

SINTESIS DE UN LARGO VIAJE

En todas partes fuego de pasiones
Y las conciliadoras remembranzas,
Los limpios besos de las emociones
Y las caricias de las esperanzas.

En todas partes lloran corazones
Y hay dolor, hay angustias, hay venganzas,
La juventud, tinglado de ilusiones
Y la experiencia con sus malandanzas.

En todas partes casos de conciencia
Que auxilia, a veces, la abnegada ciencia
Y visten de consuelo bellas artes;

en todas partes el amor creyente
Y la duda, de sí la eterna ausente…
La humanidad es una en todas partes.

Álvaro Yunque©

extraído del libro “100 Haïkais y un soneto”,


“Ficción la Revista”

Los invito a recorrer las páginas de este nuevo emprendimiento del amigo escritor Saúl Álvarez Lara, cliqueando en la imagen.

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“V Festival Internacional Palabra en el Mundo”

FPM

“Chapala”: Viernes 20 de mayo, 7 de la tarde. Explanada de La vela, en el malecón.

“Ajijic”:     Sábado 21 de mayo, 6 de la tarde. Explanada del CCA, en la Plaza Principal.

México.


“Marta Minujín inauguró su Torre de Babel de 30 mil libros”

0000034721 En un acto encabezado por el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y con la asistencia del Ministro de Cultura, Hernán Lombardi, quedó inaugurada oficialmente hoy en la Plaza San Martín La Torre de Babel de Libros, una obra de Marta Minujín, que también se encontraba presente.

La Torre de Babel constituye una de las principales actividades de Buenos Aires Capital Mundial del Libro 2011 y podrá ser visitada a partir de mañana en forma gratuita todos los días de 10 a 22 horas, hasta el 27 de mayo.

“Esto es un milagro, es frotar la lámpara de Aladino y que salga esta Babel de Libros para entrar en el imaginario colectivo. Es una manera de unificar a los argentinos y que seamos todos amigos a través del arte.” –dijo Marta Minujín.

Los vecinos y turistas que recorran a partir de mañana los siete pisos de la Torre escucharán una banda de sonido que repite la palabra libro en todos los idiomas originales de los países que forman el proyecto y encontrarán además dispositivos e-readers con la palabra. A cada visitante se le entregará un cuadernillo con información explicativa del proyecto y el cuento “La biblioteca de Babel” de Jorge Luis Borges.

Además, desde el 12 al 27 de mayo el público que visite la Torre de Babel podrá disfrutar de una programación de actividades literarias y culturales organizadas por el Ministerio de Cultura en conjunto con las diferentes embajadas y asociaciones que forman parte del proyecto.
Las visitas a la Torre se realizarán en grupos con un guía y hay que solicitar previamente un turno ingresando a

 http://www.capitaldellibro2011.gob.ar/torredebabel/

Cómo se construyó la Torre de Babel de 30.000 libros

Más de 50 países, representados a través de sus embajadas, asociaciones y delegaciones, donaron libros en su idioma original para construir la Torre. Entre los textos recibidos se encuentran novelas, cuentos cortos, libros de poesía, de ensayo, de historia, y de arte, entre otros.

Además, quienes viven y transitan la Ciudad han podido sumarse a este gran proyecto aportando sus libros durante la campaña de recolección que impulsó el Ministerio de Cultura en el mes de marzo en bibliotecas, librerías y Centros de Gestión y Participación de la Ciudad.

Los libros reunidos fueron trasladados a la Biblioteca Manuel Gálvez (Córdoba 1558) donde se dispuso de un espacio para su correcta preparación. Allí se realizó el inventario de todos los títulos y se selló cada uno de los libros con el nombre del país donante. Luego, se embolsaron en forma individual para protegerlos de las diferentes situaciones climáticas a las que estarán expuestos durante los días que formen parte de la Torre y por último se organizaron por países para el traslado a la Plaza San Martín.

A pocos días de haber estrenado el título de Capital Mundial del Libro, la ciudad tendrá una gran obra que mostrará lo diverso, lo particular conviviendo en un mismo espacio; el mundo, nuestra ciudad y la obra armando la trama. La posibilidad de construir lo colectivo desde lo particular: una gran metáfora de lo que sucede a diario en la ciudad de Buenos Aires.

El destino final de la Torre

La distinción de Capital Mundial del Libro la otorga la UNESCO cada año a una ciudad diferente como reconocimiento al trabajo que allí se ha desarrollado para promover los libros y la lectura y es por otro lado una gran oportunidad para que lectores, escritores, editores, traductores, estados y empresas se unan durante todo un año en la búsqueda de un objetivo común: la celebración de la palabra.

El 28 de mayo, día en que se inicia el desarme de la Torre, pequeños grupos de residentes oriundos de los diferentes países intervinientes en el proyecto ingresarán a la Torre y tomarán un ejemplar en su idioma materno.

El conjunto restante de los libros serán trasladados a la sede de la Biblioteca Gálvez, avenida Córdoba 1556, para ser catalogados y pasar formar parte de la Primera Biblioteca Multilingüe de la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: http://notio.com.ar


“Leer: ese íntimo placer de ayer, hoy y siempre”, Vanesa Torres

“Adopta la postura más cómoda: sentado, tumbado, aovillado, acostado. Acostado de espaldas, de lado, boca abajo. En un sillón, en el sofá, en la mecedora, en la tumbona, en el puf. En la hamaca, sin tienes una hamaca. Sobre la cama, naturalmente, o dentro de la cama. También puedes ponerte cabeza abajo, en postura de yoga. Con el libro invertido, claro”, estas son algunas de las posibilidades que nos sugiere Ítalo Calvino en su libro “Si una noche de invierno un viajero”.

Y sin embargo, leer es el consumo más económico que existe ya que no prevé de antemano posiciones, ni espacios, ni tiempos determinados. Todo es posible a la hora de la lectura. Cuando un libro te interesa, y el deseo de recorrer sus páginas se torna una cuestión de "vida o muerte", nada ni nadie se interpondrán en la empresa perseguida. El encuentro, tarde o temprano, entre el libro y el lector, siempre tiene lugar.

El soporte poco importa si estás dispuesto a disfrutar de tamaño evento. En la pantalla de tu computadora o en una vieja edición impresa, si aquello que buscabas llega a tus manos, lo leerás con entusiasmo sin demasiados escrúpulos en cuanto a su presentación. ¿Acaso el lector se enoja por cuestiones tipográficas, de solapa, de diseño o de dedicatorias? Un buen lector no se preocupará ante tales cuestiones secundarias. Un buen lector sólo se ocupará en la lectura, y el resto es sólo valor agregado.

En otros siglos se leía de pie, ante un atril. En otros tiempos leer constituía una tarea sagrada a la que se dedicaba largas horas del día. La escritura acompaña las culturas del hombre desde tiempos inmemoriales. Al escribir construimos sentido histórico y registramos hechos pasados en símbolos. Decodificarlos, presupone que el lenguaje narrativo es efectivo. Un lector no se encuentra con un autor ni con un libro cuando lee, sino con la más trascendental de todas las invenciones tecnológicas humanas: la escritura.

Ninguna postura corporal, ningún formato de presentación, ningún tiempo ni espacio físico, ninguna lengua, ninguna ley o acontecimiento social, impedirán que entre el lector y el escritor existan abismos. Todo es franqueable si ese amoroso encuentro logra concretarse. Y allí, en la intimidad, el universo es otro.

Vanesa Torres©


"Arte poética", María Elena Walsh

Rarísima, desesperada
complicidad de los papeles.
Es muy lindo decir naranja,
pero la tinta cómo duele.
Cuánta fatalidad nos hace falta.
Yo no sé cómo hay gente que se atreve.

Me olvidaría de vivir
pero aprendí cómo se muere:
clavándose una lapicera
en el amor a la intemperie,
o resbalándose memoria abajo,
sin paliativos, infinitamente.

Y me pregunto para qué.
No hay apariencia que conteste.
Al fin y al cabo me pondría
a hacer espuma con laureles
y cambiaría la posteridad
por una basurita, por un peine.

Hace tiempo que tengo ganas
de decírselo a mucha gente:
sepan que callo de certeza
y que fallezco de obediente,
y que no tengo la menor idea
y que me desespero para siempre.

Cuánto más cómodo sería
imaginar entre los peces,
disimular como el rocío
todo delito transparente,
colaborar con intachables piedras
o llamar por teléfono, o que espere.

Hasta cuándo podré durar
en un empleo tan urgente,
tan frágil, sin escapatoria,
escarbando lo que sucede
en zonas sumergidas donde todo
se quiere arrepentir pero no puede.

La verdad es que soy testigo
de festividades solemnes,
que padezco una colección
de musicales intereses,
que ríos y manzanas me autorizan
y estoy a cargo del color celeste.

Pensar que no sabremos nunca
qué pasa dentro de las nueces.
No me pregunten. Con locura
y con el permiso de ustedes
me voy a agonizar otro poquito
con las palabras. Hasta que me lleven.

María Elena Walsh